Las dos caras de la moneda del fracaso
Para defensa propia de los gobiernos que no aportan siquiera la menor credibilidad.
Para defensa propia de los gobiernos que no aportan siquiera la menor credibilidad.
Es tarde para transferir a Alberto la responsabilidad exclusiva del fracaso del Cuarto Gobierno Kirchnerista.
Y al final chorizos. Alberto no cambia nada, pedalea a los Espartacos y se desquita ante un churrasco a caballo.
Los equivocados creen que hablar de política es recitar encuestas. Pero aquí lo importante es el poder.
Consta que son dos rivales recíprocamente escogidos que nunca se enfrentaron entre sí.
Mientras tanto el poder de ambos se disipa. Y a La Doctora le cuesta asumir el fracaso (siempre ajeno).
El gobierno de La Doctora que preside Alberto Fernández ya casi no existe. Es un paréntesis que se cierra paulatinamente.
Entre los escombros. el kirchnerismo en retirada se dispone a guarecerse en la provincia del pecado.
La cadena perpetua, después de todo, conserva siempre la atracción del indulto.
Salga o no la cosmética del acuerdo con el Fondo, descuentan que las elecciones de 2023 van a perderse.
La Doctora profundiza la filosofía del silencio. Alberto, Axel y Máximo la llevaron hacia la derrota de agosto de 2021.
Aunque El Poeta, sin el aval de La Doctora, se disuelva con la celeridad de la sacarina.
Aún celebran como hazaña lo que fue un catastrófico error que demolió la penúltima posibilidad de integración americana.
El desastre es colectivo. La mala política es sepultada por la catástrofe de la economía.