
Breve oxigenación del G20
Mauricio complementó desde China la ofensiva contra Massa que la señora Carrió ya había comenzado en Buenos Aires.
Mauricio complementó desde China la ofensiva contra Massa que la señora Carrió ya había comenzado en Buenos Aires.
Mientras tanto, Massa mantiene un excelente juego de piernas.
Peronistas sin vértebras que se sienten desorientados afuera del poder que debiera pertenecerles por derecho natural.
Es el Método Puzo aplicado a la estrategia electoral. Consiste en dividir el espectro opositor en infinitas parcelas.
Macri y Massa tal vez creen, para atribuirse un ropaje épico, que "van a Davos a buscar inversiones".
La sociedad sensible de decepción fácil hoy insulta a los kirchneristas, como en su momento insultaba a los menemistas.
Con Scioli catapultado hacia la presidencia -gracias a Macri y a Massa- se reestrenan otros conflictos.
Mauricio debía alentar la unión del voto opositor a Daniel. Y de ningún modo dividirlo.
Scioli, si no traiciona, se autodestruye. Y si traiciona es probable que el cristinismo, si puede, lo masacre.
Hoy cualquier aventurero se arma la productora para facturar y hacerse de pelusa.
Primero Sergio debe enfrentar a Mauricio para ir luego por Daniel, al que está seguro de ganarle.
En la Franja de Massa aseguran que Sergio, en el balotaje, puede ganarle a Daniel. Más fácil que Mauricio.
En este extraño juego de Punto y Banca del poder, el "sabot" de la centralidad y del error cambia rápido
La pedantería electoral de las PASO transcurre, para la persistente miniserie, sin novedades significativas.