La Doctora desorienta, con Alberto, a su principal adversario interno.
No es Macri, El Ángel Exterminador.
Es Clarín.

Cuando quien detenta el poder llama al "gran acuerdo" es porque está en la lona y quiere ganar tiempo.

De la falta de confianza en Macri, y del terror excesivo hacia La Doctora.

Con la virulencia del rumor, o de la estricta necesidad, el Plan V está instalado.

"Chau, no va más", diría Homero Expósito.
Falta la cuestión instrumental, la justificación técnica.

Después de 40 meses de denuncias, agravios y procesamientos, no solo mantiene sus guarismos. Los eleva.

En adelante, la utopía del macrismo jurídico consiste en “extraerle”, al juzgado de Dolores, el grotesco de Pinamar.

Llega la hora de celebrar la interna peronista más trascendente. La que libran Sor Vidal y La Doctora.

Debe quedarse, en la negociación, con la provincia de Buenos Aires.

Acuerdan con La Doctora o siguen enojados con ella. Para facilitar la alegría espiritual del antiperonismo.

Por La Doctora fracasaron y por ella no se pueden recuperar. Para coronarla, sin ella como adversaria no pueden permanecer.

La representación del mal, mientras el bien se pulverizaba contra la realidad.

La fantasía del apoyo de Trump incita al Ángel a creer que le basta para dominar lo que llama el

El poder perdido intensifica los rencores. Consolida las desconfianzas producidas en la plenitud.