
El camino de Isabel
Por su densidad, ampulosidad, magnitud e imposturas, el dilema actual de La Doctora resulta ideal para Netflix.
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El combate es entre El Panameño con La Rosadita. Segundos afuera.
Al kirchnerismo border, en definitiva, tío Plinio querido, se lo va a extrañar.
La Doctora tiene más sed de poder que todo aquel que pretenda suplantarla.
El Cardenal Bergoglio, en su momento, supo pulverizar el proyecto de Santacrucificación Nacional.
Desde la transparencia, la docena de años kirchner-cristinistas deben tratarse a partir de la división biológica.
Lo que El Furia no pudo lograr con el trunco Compromiso K, La Doctora lo logró con La Cámpora.
Se trata de un texto-pretexto, utilitario para la instalación política.
La verdad cruel de la política atenta contra la contabilidad ilusoria de quienes sumaban los votos radicales y del PRO.
Es La Doctora quien por su acné anti-imperialista necesita que Macri sea conservador y de derecha represiva. Para confrontarlo.
En materia de concentración de poder ni Perón ni Menem ni Kirchner se atrevieron a tanto.
La Doctora plantea la ofensiva, consciente que la réplica estará en los expedientes. Entre citaciones e indagatorias.
La Doctora mantiene el estilo envolvente para envolver, incluso, el propio fracaso.
¿Hay vida después del Caso Nisman?