El decisivo 2017
Es el Método Puzo aplicado a la estrategia electoral. Consiste en dividir el espectro opositor en infinitas parcelas.
Es el Método Puzo aplicado a la estrategia electoral. Consiste en dividir el espectro opositor en infinitas parcelas.
La fortaleza mediática del nuevo oficialismo es inicialmente perfecta. Exhiben la tradicional selectividad para la indignación.
Mauricio, el Presidente real, y Nicolás Caputo, el Co-Presidente Misterioso. Después viene el máximo gerente, Marcos Peña.
El Coti "Richelieu" Nosiglia redescubrió en Macri al Sucesor Ideal de La Doctora.
Ahora es el peronismo (agotado, sin ideas ni jefe) el que se lamenta sobre la leche derramada.
Para el primer tramo del ciclo que se avecina, la administración arrastra la idea del regreso hacia "el orden natural".
La intrascendencia festiva de la oposición complementa la deplorable actualidad del oficialismo.
El periodismo sustituye -otra vez- a la política. La condiciona, la diseña.
El límite de clase, como lo llamaba Abelardo Arias. La diferencia. La frontera en materia de gravitación. La pulsera negra.
Cuesta entender que, pese a la proliferación de las derrotas, sean igual Macri y Scioli los que polaricen.
En adelante, a Agustín Rossi, no hay que llamarlo más El Soldadito de Milani.
El peronismo vegetal es copado sin inconvenientes por La Cámpora transformadora.
Aunque se trate de errores que ninguno de sus adversarios envueltos sepa, por manifiesta incapacidad, explotar.
La dificultad estructural de vencer a los oficialismos.