Realidades de Irigoyen
Hasta ahora, Vidal no tuvo la suerte que tal vez merece. Confrontar con -por lo menos- tres peronismos.
Hasta ahora, Vidal no tuvo la suerte que tal vez merece. Confrontar con -por lo menos- tres peronismos.
Aunque Macri haga la campaña y tenga que conformarse con el eficiente Laspina.
Sin consuelo espiritual que reconforte a la superproducción de empleados.
El largo plazo, en Argentina, se agota en octubre. Más allá es la posteridad.
La mala praxis acaricia el esplendor cuando el conflicto -lejos de solucionarse- se eterniza.
En el medio, cual turista escandinavo, se encuentra Mauricio Macri, el presidente del Tercer Gobierno Radical.
Gracias a Mauricio, el adversario oportunamente escogido, desde las cenizas del desprestigio La Doctora se reconstruye.
El litigio se tramita en la Justicia Federal y deriva en un escándalo contenido, con carnadura internacional.
Se polariza exclusivamente con el ciclo anterior, que necesita ser sobredimensionado. En condiciones, incluso, de derrocarlo a Macri.
Pese a la ceguera vengativa del Grupo Clarín, a Mauricio le conviene una Doctora con capacidad ambulatoria
Las franquicias del peronismo se encuentran alborotadas.
Por los "errores" cometidos, los "populistas" plantean el objetivo del regreso. Consecuencias del gorilismo racional que se convierte en género
Macri debe sacar de la cancha a La Doctora con elecciones. Como Kirchner lo sacó oportunamente a Duhalde.
La operación pudo hacerse sólo como consecuencia de la sub-ejecución presupuestaria. Es el fantasma de la mala praxis.