Las papas, el peronismo y el fuego
El denigrado peronismo resurge sin remedio. Los pirómanos deben transformarse con celeridad en bomberos voluntarios.
El denigrado peronismo resurge sin remedio. Los pirómanos deben transformarse con celeridad en bomberos voluntarios.
En el revoleo tenso de la timba, se sorprenden con el manejo económico de aquello que fue un país.
Miembros del multitudinario gabinete que se había tomado con seriedad la receta cretina del ajuste y los aumentos.
Le habían facilitado el crédito, para salvarlo del fracaso y permitirle la extensión ilusionada del poder.
Al descascararse Macri como el yeso, los peronistas de la pituitaria adiestrada ya huelen a cala. Hora de animarse.
La Doctora, para el Ángel, es la antagonista ideal. Por lo tanto la necesita como candidata.
En la sociedad dispersa y fragmentada, sin represión no se va a ajustar ninguna tuerca.
El Tridente del Barcelona -Peña, Quintana y Lopetegui- demostró que es infalible, apenas, en el “Metegol” de Campanella.
Mientras asistían al desaforado avance de las tasas y del dólar, que subía y se rajaba del circuito.
Ni los presos, ni el aborto. Ni siquiera la pedofilia alcanza ya para desviar la atención.
Al que gobierna, le perdieron el respeto. Cuesta entender, en la plana mayor del macrismo, la magnitud del mensaje.
Los conflictos de Monzó, con la corte, se iniciaron por culpa de Massa.
La Gobernadora es la principal afectada por la infantil idea de lanzar prematuramente la triple reelección.
El Partido Justicialista es la marca que adquiere importancia como instrumento electoral.