Por 4 y no 8
Hay Macri, apenas, para un primer mandato. Aunque logre acomodar, por su buena estrella, el gobierno.
Hay Macri, apenas, para un primer mandato. Aunque logre acomodar, por su buena estrella, el gobierno.
Alude a la fascinación cultural, casi enfermiza, por formular declaraciones instrumentales en TN, el canal de cable del Grupo Clarín.
Los derechos humanos le sirvieron, al kirchnerismo, de formidable caparazón para corromperse en paz. Piedra libre.
Y los colegas comunicadores, que también sabían, debían colaborar, en la práctica, desde el silencio.
La confusión semejante representa, a través de la ruptura, un paradójico motivo de ilusión. Para los peronistas.
Hasta septiembre, Argentina está en campaña internacional por Malcorra.
Entre Carrió y el Grupo Clarín transformaron a Mauricio en el prisionero del triunfo.
Mientras tanto, desde algún rincón olvidado de la Biblia, con mala prensa, Onan puede sentirse históricamente rescatado.
Angelici y Rodríguez Simón, litigio caliente. Tragicomedia del Tano y del Pepín. Complejidad que arrastra el cambio de metal.
Ya no hacen falta los militares que se identifiquen con la reserva moral. Los grandes medios asumen el poder real.
Mientras tanto, Massa mantiene un excelente juego de piernas.
Por su densidad, ampulosidad, magnitud e imposturas, el dilema actual de La Doctora resulta ideal para Netflix.
Consta que la dirigencia sindical se excedió en muestras de excelente voluntad.
La anunciada peste de transparencia, con la colección de presos de otoño, amenaza con pulverizar el sistema político. Llevárselo puesto.