Patti y Milani. Hospital de Lesa
Uno, Patti, fue fulminado por el kirchnerismo. El otro, Milani, fue fulminado cuando el kirchnerismo se desvaneció.
Uno, Patti, fue fulminado por el kirchnerismo. El otro, Milani, fue fulminado cuando el kirchnerismo se desvaneció.
Al impulsar a Carrió, La Demoledora, se sumergen en el mismo error de impulsar a Ocaña, La Reina del Dengue.
A Randazzo le niega La Doctora el lujo de participar contra ella. A Lousteau le niega Geniol participar de Cambiemos.
Mauricio Macri profundiza su desconcertante cadena de equivocaciones en el ámbito judicial.
“Basta con decir que se es peronista y automáticamente ya se lo es”. Tesis innovadora del pensador Ramón Puerta.
A cada Doctora le llega su Florencio Randazzo, El Loco. Y a cada Rodríguez Larreta le llega su Martín Lousteau,
Desde su cueva ambiciosa, se lo consideraba un protagonista esencial de la tragedia de “los (fondos) desaparecidos de Santa Cruz”.
Como si La Doctora fuera Perón. Aunque esté más cerca de repetir la peripecia de Menem.
Los macristas obstinados se aferran al relato que tratan de creerse.
El regreso posiblemente triunfal de La Doctora sólo impresiona a los cautivos incautos.
La ilusión de construir el país normal es lo que permite que radicales, liberales y militaristas disfruten de los globos
La Corte Suprema sintonizó con la cruzada reconciliadora de la Iglesia. Impulsada secretamente, acaso, por la política.
En silencio se toleran los cambios de titularidades. Las transferencias ficticias. Para que todo siga efectivamente igual.
Por el temor a Sir Lousteau, ambos estadistas, Rodríguez Larreta y Macri, recurren a la protección de Carrió.