El parravicinismo libertario contra el peronismo del año impar
Momento pleno de inflación baja, pero de ambición larga.
Momento pleno de inflación baja, pero de ambición larga.
La justicia argentina tampoco se queda atrás en el vasallaje del ridículo. ¿Y si les vuelve a ganar?
Acaso peronismo sea todo aquello que subsiste después de las declinaciones de las modas dominantes.
Para mantener vigente la insustancialidad del poder en el país donde todo termina invariablemente mal.
Es el conductor que desconoce hacia dónde dirigir la barca descuajeringada del país.
Propagador de la decencia en el sombrío universo de la transacción permanente.
El combate principal es entre Axel y Máximo por el manejo estricto de la lapicera en 2025, de renovación legislativa.
Justamente cuando la sociedad le pasa la factura de la indiferencia.
El primer gran error fue la cadena dominguera nacional. El segundo, festejar el veto miserable con la chiquilinada del asado.
Para rescatar al gobierno endeble había que captar las permeables voces del radicalismo que se encontraba en banda.
Milei se queda en el amague y no avanza, persiste en el enojo, o en la jactancia de la agresión.
El Panelista de Intratables le aplica, desde la presidencia, el juego apasionante de las milanesas combinadas con anfetaminas y Valiums.
Desde la debilidad básica, supo imponer la magnitud del Fenómeno, que se encuentra sostenido por la insolencia de los desbordes.
Milei gobierna desde las redes sociales y a canilla libre con los sustanciales jaimitos que paulatinamente empodera.