País exangüe
¿Hay vida después del Caso Nisman?
¿Hay vida después del Caso Nisman?
Hoy se banaliza, en la Argentina, hasta la literaria profesión de espía. Y hace desaparecer la mera noción del secreto.
Mientras La Doctora continúe en el poder, la gobernabilidad sólo se mantiene por la paciencia infinita de la sociedad.
El blend peronista/radical de Closs y Rovira muestra grietas, síntomas de agotamiento del ciclo.
En el bar Balcarce abundan los que quieren renovar a los flamantes renovadores que se imaginan eternos.
Comparado con Santiago del Estero, Macondo presenta el escenario de un cuento naturalista.
La epidemia de transparencia ya hace estragos. Produce la transformación cultural y arrastra muchos presos.
El Neolopecito se hace el chalchalero. Recupera la tucumanidad y trata de entenderse con La Betty.
Los que no se resignan mantienen la secreta esperanza que aparezca otro.
Sea con Gabriela u Horacio, en el macricaputismo reconocen, como máximo adversario potencial, a Martín Lousteau.
Nadie emerge como vencedor en el país de los Intratables.
Confronta con la tendencia hacia la autodestrucción (de la que suele recuperarse).
“Del liderazgo de El General se pasó al liderazgo de El Cardenal”.
El bautismo político de Máximo Kirchner, En el Nombre del Hijo.