El Operativo Dorrego II, en versión estrictamente alimentaria, ayuda también al idílico acercamiento pueblo-ejército.

En adelante, a Agustín Rossi, no hay que llamarlo más El Soldadito de Milani.

“Milani la hizo muy bien”, confirma la Garganta. Hoy los tiene, por su bolso, a todos en su bolsa. Casi

¿Quién le pondrá un cascabel al Teniente General Milani? O por lo menos un miserable límite.

De confirmarse lo que trasciende, La Doctora tampoco podrá presentar el pliego después de las catastróficas elecciones de octubre.

¿Aportó el general Milani, en su expreso colaboracionismo, la suficiente información al CELS, para purificarse?