Acierto teórico, error práctico
Lo que fue talentoso para la campaña resultó trágico para gobernar.
Lo que fue talentoso para la campaña resultó trágico para gobernar.
Es una pulseada entre poderes. Los ministros y presidentes pasan, los diarios y canales quedan.
Vicentín no es una tasca gallega especializada en tortillas y mondongos. Como el Vicentín de La Coruña.
Circulación escandalosa de listas de espiados. La banalidad agregada del “espionaje a los propios”.
Con la severa agudización de la desigualdad. Con la nostalgia por la grandeza perdida que nunca existió.
Las elecciones legislativas se imponen como el chequeo general que examina el estado de un gobierno.
La sociedad eligió, para representarla, a los sinvergüenzas. Son más confiables.
“Estar cerca del Presidente es mejor que ser ministro del Presidente”.
En la mitad del río colmado de pirañas, Alberto no puede cambiar. Jugado con las teorías equinas de Guzmán.
Pese a la sensibilidad del sector más lícitamente asustado de la población.
El estancamiento compulsivo de la sociedad dejaba pronto de ser un instrumento. Para ser el objetivo.
La prioridad consiste en salvar vidas. Acto reconocido de grandeza. La economía, después de todo, ya es una causa perdida.
El Operativo Dorrego II, en versión estrictamente alimentaria, ayuda también al idílico acercamiento pueblo-ejército.
La sociedad, ansiosa por saber hasta cuándo deben fumarse la permanencia del Estado Policial (pero con una Causa Noble).