Sin Trump, con otro Fondo y la misma Argentina
Consolidar el llamado “voto duro” es menos eficaz que conquistar el “voto duda”.
Consolidar el llamado “voto duro” es menos eficaz que conquistar el “voto duda”.
La agenda es de derecha. La cultura del ajuste depende del estilo ideológico de quien lo encare.
La estrategia de aniquilar al divisionario Milei es de una inteligencia elaborada con perversidad.
La escudería progresista contempla el panorama con amargura. La Revolución Imaginaria se aleja.
Dar la vida por puntos conjeturales. Con encuestas a la carta. Para alentar continuidades o producir renunciamientos.
“Consenso”, en kirchnerismo básico, se traduce “dedo de La Doctora”. Y en los distritos abundan los heridos del peronismo.
El folklórico antikirchnerismo que unifica es lo único que el neo-desarrollismo de Larreta comparte con los categóricos de la derecha.
El pobre bonaerense debe votar a presidente, próceres del Mercosur, venerables senadores, diputados de pajarera y después a gobernador.
Con la exhibición geográfica de los tres juntitos. Los que se invocan para suceder al penúltimo invento de La Madre
Desde el 14 de agosto al 10 de diciembre se perfila una eternidad de tinieblas.
Movilizado por la ficción del Lawfare, el gobierno fragilizado decidió declarar la guerra al Poder Judicial.
“Carretera o callejón sin salida, punto muerto”. Traducción de "cul de sac". Laberinto sin ningún “arriba” por donde escaparse.
La Doctora consolida en sus convicciones a quienes la admiran, y quienes la detestan se agobian al escucharla.
Si Sergio Massa, El Profesional, logra domar parcialmente el potro salvaje de la inflación, es el candidato.