
Aprietes cotidianos a Lorenzetti
Los aprietes -suplicantes, altivos y casi desesperados- se agudizaron, según nuestras fuentes, en las últimas dos semanas.
Los aprietes -suplicantes, altivos y casi desesperados- se agudizaron, según nuestras fuentes, en las últimas dos semanas.
“Al final, vamos a quedar los dos” –dijo uno de los dos, Cobos o Scioli.
Lo va a desmentir. Como corresponde. “Ni un paso atrás” (aunque adelante esté la ciénaga).
De confirmarse lo que trasciende, La Doctora tampoco podrá presentar el pliego después de las catastróficas elecciones de octubre.
El cristi-sciolismo mantiene el incierto descaro que resulta casi admirable.
La Doctora dejó de ser la solución. Es el problema.
En todos los esquemas, dos figuras asoman, invariablemente, en el primer plano: Aires y Soles I y II.
¿Habrán quedado registradas las imágenes de El Descuidista junto a El Monotributista Consagrado?
Inmolarse por los mohines ensayados de La Doctora adquiere un sentido discutible. Por no decir nulo.
"Los ministros no van a obstaculizar sus tareas", les dijo La Doctora, separadamente.
Persiste entre los ruralistas, la “gente de campo”, “chacareros confundidos con oligarcas”, un contagioso sentimiento de humillación.
Mientras tanto, la civilización kirchner-cristinista paulatinamente se extingue.
¿Aportó el general Milani, en su expreso colaboracionismo, la suficiente información al CELS, para purificarse?
A los efectos de intensificar la agonía largamente anunciada del kirchner-cristinismo.