
El indulto democrático de la sociedad
Alberto, ya presidente, anunció la ficción amable. Recuperar la mística del primer kirchnerismo.
Alberto, ya presidente, anunció la ficción amable. Recuperar la mística del primer kirchnerismo.
Despreciados, ambos, como valorados por la mitad de la sociedad que mantienen, juntos, de rehén.
La franela circular debe resolverse hacia el filo del primer trimestre. Si patina El Poeta Impopular sucumbirá clavado por el
ALberto es de inmanencia peronista pero de escenografía radical. Un epígono voluntario de Raúl Alfonsín.
Para ser ayudados, los países dependientes deben ofrendarle al Imperio distintas pruebas de amor.
Es el diseño del peronismo más complejo. No se re-significa ni se transforma. Apenas cede.
Lo grave es que, en los centros de poder real, toman el vodevil nacional con alguna seriedad.
En la práctica, Axel y Alberto tienen en común sólo el mérito de haber sido seleccionados por La Doctora.
Gracias a Baruj Spinoza, el consultor sefaradí que desplazó a Durán Barba, El Equeco.
Buenos Aires, La Provincia Inviable, marca otra vez la diferencia.
Mientras tanto Bolsonaro, colgado de las partes pudendas de Trump, se desgasta en extorsivas descalificaciones hacia Alberto.
Macri deja un territorio infectado de minas antipersonales.
Ideal escenografía para que estalle todo antes, incluso, del punto de partida.
El país inviable no puede ser gobernado sólo con el apoyo emblemático de los mayoritarios desposeídos.
Al Ángel le pusieron 50 mil millones de dólares del Fondo Monetario Internacional y ni siquiera pudo ganar las elecciones.