Efecto Manes tonifica a la UCR y perturba a PRO
Pese al ninguneo, los radicales vuelven a ser adictos a la esperanza. Creen que lanzaron la carta superadora.
Pese al ninguneo, los radicales vuelven a ser adictos a la esperanza. Creen que lanzaron la carta superadora.
Neoliberales y populistas se encuentran unificados por el destino común. América Latina, fatalmente resignada al mito del eterno retorno.
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El bipartidismo fragmentado sigue vigente. El Justicialismo, detrás del Frente de Todos. El Radicalismo, detrás de Juntos por el Cambio.
Se construyó “un Estado Mafioso”. Acción planificada de la Política con la Justicia y los Medios Hegemónicos.
Impunidad y lawfare. Dos puntas del segmento que marca la magnitud de la confrontación.
Sostenida por los costados populares de la provincia inviable, por sectores esclarecidos de militancia y del peronismo de provincias.
Menem ya fue. Sepultado en un marco eufórico de indiferencia popular.
Sorprende el reclamo de la Intervención Federal.
En plena peste. Es una tontería, más que un acto de mala fe.
Mientras se entregaban a la sabiduría de la Mesa Judicial, La Doctora los embocaba con el ejercicio de la política.
Construcción de poder inspirado en el liderazgo de culto y en el culto de la caja.
En vez de sentar las bases vulgares del capitalismo tolerable, prefieren ahuyentan a los inversores que tampoco existen.
El Frente de Todos -penúltima invención de La Doctora- contiene los boletos de la contradicción estructural.
La multiplicada centralidad de la miseria venció, con amplitud, a la estética de la producción.
Un conjunto de tomas, de cepos, decretos y manotazos signan un gobierno descontrolado que puede estrellarse.