Otro pícaro del Siglo de Oro español
La gestión se desvanece paulatinamente con la sucesión de los papelones explícitos.
La gestión se desvanece paulatinamente con la sucesión de los papelones explícitos.
Consta que ni Cafiero-Alfonsín, ni Ruckauf-De la Rúa, mantuvieron diferencias que implican peligros. Al contrario.
El maniqueismo ofensivo de Milei en política exterior.
Victoria piensa que pronto va a conducir. Con el riesgo de reducir, al "Jamoncito", al rol secundario de Alberto.
El Psiquiátrico es creativamente innovador. Por el desequilibrio riesgoso y la demencia que interpela hasta la unidad nacional.
“¿Qué hicimos mal, decime, Rocamora, para que un pajarraco semejante nos humille a diario?”.
O solo se propone, acaso, denunciarlos. Enunciarlos. Para polemizar con su impotencia. Con la esperanza lícita de ser expulsado rápidamente.
Milei volvió empoderado de Italia. Con prepotencia de campaña.
Disfruta con énfasis de los minutos de popularidad.
El voluntarismo amateur complementa la ejemplar destreza para el desconocimiento y la improvisación.
Milei atraviesa una suerte de corredor de la muerte. Plagado de accidentes naturalmente geográficos.
Lejos de superar la grieta, las propuestas “innovadoras” las profundizan. Efecto del Decreto y de la Ley Ómnibus de Sturzenegger.
Volvió la relación conflictiva Nación/Provincia Inviable. Las imposturas neoliberales de Milei confrontan con las reivindicaciones del estatismo eficiente de Kicillof.
Un ensayo desangelado de orquesta autoritaria que admite la opaca cotidianeidad del show eterno.
Lo que se venía era otra elección. Diferente. Por los cargos y cajas. Turno de los descalificados aparatos y estructuras.