
El Fenómeno Milei polariza con Axel, La Doctora y El Profesional
Para la megalomanía del Fenómeno, los que lo impugnan apenas son “mandriles”.
Para la megalomanía del Fenómeno, los que lo impugnan apenas son “mandriles”.
De ser el Automóvil Club de Milei, el PRO logró transformarse en un delicioso Cabsha. Un Garoto de Brasil.
Estados Unidos de Trump se comporta como si la Argentina de Milei valiera la pena. El riesgo estético es político.
Los próceres polarizados del centro suelen demorarse en la sigilosa búsqueda de la alternativa para perdurar.
Milei es el propietario de la derecha. La tiene escriturada. El duelo tuvo un claro vencedor. Se impuso sobre Mauricio.
De papelón, o de mera ilusión, la Ficha Limpia pasó a convertirse en una tragedia.
Republicanos supuestamente honestos intentan demostrar que son los mejores adversarios de la plaga kirchnerista.
Al gobierno de los consultores le corresponde gestionar en permanente estado de campaña electoral.
Vuelve a encabezar las encuestas a través de Leandro Santoro, El Radicalista.
Emerge el peronismo, otra vez. Primordial oposición del enjambre relativamente neoliberal de la derecha copadora de los consultores.
El sufragio municipal del 18 de mayo se convierte en la antesala de la pugna por la sucesión presidencial.
La realidad se sumerge en la ceguera del descontrol. Las variables, como los rencores, se dispararon.
Olímpico y magnánimo. Con bruscas veleidades de autoritario que convive, durante la experiencia, con el boleto, en efecto, picado.
Todavía a Los Milei les cuesta asumir que tienen el boleto picado.