Como el menemismo antes de Cavallo
Tanto entre la dirigencia, como entre los dirigidos, hoy nadie puede bancar el axioma "sangre, sudor y lágrimas".
Tanto entre la dirigencia, como entre los dirigidos, hoy nadie puede bancar el axioma "sangre, sudor y lágrimas".
La entente del Club Swinger Pro-UCR es complementada por el pragmatismo racional de los Peronistas Perdonables.
El método Puzo se aplica en las situaciones puntuales. Con víctimas escogidas y con La Ley Seca.
Macri y Massa tal vez creen, para atribuirse un ropaje épico, que "van a Davos a buscar inversiones".
Aún se puede impresionar a la sociedad sensible con la caza sistemática de gatos en el Jardín Botánico.
Siempre, en la Argentina, se puede volver atrás. Y se vuelve. Dale que va.
Cada momento de alza de la fe se sostuvo siempre por la demonización del ciclo anterior que legitimaba.
La fortaleza mediática del nuevo oficialismo es inicialmente perfecta. Exhiben la tradicional selectividad para la indignación.
Curiosamente es más fuerte el deseo de denostar aquello que se va que exponer la bienaventuranza de lo que viene.
Mauricio, el Presidente real, y Nicolás Caputo, el Co-Presidente Misterioso. Después viene el máximo gerente, Marcos Peña.
Al kirchnerismo border, en definitiva, tío Plinio querido, se lo va a extrañar.