El populismo y la superstición liberal
“Populista” pasó a ser, por desconocimiento y pereza intelectual, un rechazo en el control de calidad ideológica.
“Populista” pasó a ser, por desconocimiento y pereza intelectual, un rechazo en el control de calidad ideológica.
21 de junio de 1980. Me entregaban, en Editorial Losada, calle Alsina, el primer ejemplar.
Clarín lo ayuda a Macri con la aniquilación del adversario, mientras, en simultáneo, lo acota.
La anunciada peste de transparencia, con la colección de presos de otoño, amenaza con pulverizar el sistema político. Llevárselo puesto.
Peronistas sin vértebras que se sienten desorientados afuera del poder que debiera pertenecerles por derecho natural.
La entente del Club Swinger Pro-UCR es complementada por el pragmatismo racional de los Peronistas Perdonables.
El antikirchnerismo se funde y se confunde con el antiperonismo.
La Doctora plantea la ofensiva, consciente que la réplica estará en los expedientes. Entre citaciones e indagatorias.
La Doctora mantiene el estilo envolvente para envolver, incluso, el propio fracaso.
Del viraje geopolítico y de la guerrita de espiones emerge el crimen expresivo de Alberto Nisman.
Por incompetencia, deben hacerse cargo, ante la historia, del muerto.
Comparar los asesinatos de Charlie Hebdo, con los miles de muertos del 11/9 denuncia soberbia hasta para la tragedia.
Si la economía colapsa, le estallará, en todo caso, al sucesor.
En su derrota, La Doctora comprende que la confrontación con Los Buitreros, de pronto, prende.