
El fracaso como virtud
En su derrota, La Doctora comprende que la confrontación con Los Buitreros, de pronto, prende.
En su derrota, La Doctora comprende que la confrontación con Los Buitreros, de pronto, prende.
A través de la nociva "peste de moralidad" hoy puede asegurarse que la literatura más consistente procede de Comodoro Py.
Al margen de la multiplicación de operaciones entrecruzadas, empatan con un cuarto del electorado para cada uno.
El anecdotario que ilustra los berenjenales de ambas causas es bastante nutrido.
Cada vez que habla, El Descuidista se desliza por el tobogán de la credibilidad. Parece, incluso, procesarse solo.
Para el desenlace de la historia sólo resta saber si el Scioli de 2015, en volumen político, va a superar
Persiste el deseo voluntario de trabajar sobre el estancamiento de Sergio, titular de la Franja de Massa.
En un primer tramo, La Doctora supo manejar con habilidad la herencia política de Néstor Kirchner, El Furia.
El armado de las parejitas prosigue con su obscenidad aceptable. Casi inofensiva.
La relación es perfectamente cándida, platónica, casi naif. Aunque impregna de ternura la política swinger del sustancial 2014.
En el colmado Vélez, en plena actitud de onanismo eufóricamente colectivo.
El amontonamiento de presidenciables no basta, de ningún modo, para ganarle al peronismo.
En el paroxismo de la falsedad, los irresponsables mienten doblemente.
"Con Reposo esto no pasaba", confirma la Garganta. "Pasó con Gils Carbó".