
Fotografías con la corbata carmesí de Trump
La realidad se sumerge en la ceguera del descontrol. Las variables, como los rencores, se dispararon.
La realidad se sumerge en la ceguera del descontrol. Las variables, como los rencores, se dispararon.
Argentina se encuentra en el primer plano del reaccionarismo brutal de vanguardia.
Argentina, un sentimiento, en quiebra permanente, excedido en la tendencia hacia el default serial.
“No tiene sentido negociar, León, el electorado ya nos pertenece”.
Es el emblema del poder real que sostiene la ilusión libertaria.
El Poder del G20 cotiza mejor que el “ilusionismo socializante” de la ONU. Estilo multilateral a la carta.
La justicia argentina tampoco se queda atrás en el vasallaje del ridículo. ¿Y si les vuelve a ganar?
Para el rigorismo saudita ya asombrosamente deja Israel de ser tildada “la entidad sionista”.
Aparte, de rebote, Jared puede coronar la jugada, para su suegro, con el Premio Nobel de La Paz.
Justamente, cuando deben discutirse condiciones con el FMI, organismo que Trump maneja, con una aplicación, desde su celular.
Mientras tanto Bolsonaro, colgado de las partes pudendas de Trump, se desgasta en extorsivas descalificaciones hacia Alberto.
Maduro, El Colectivero, para sobrevivir resultó ser bastante astuto. Lo subestimaron.
Al Ángel le pusieron 50 mil millones de dólares del Fondo Monetario Internacional y ni siquiera pudo ganar las elecciones.
Fueron tres días con la certeza de creer que las potencias dominantes nos tenían en cuenta.