Ante la algarabía de Trump (que prepara su regreso) y el perverso sarcasmo de Putin.

Con el pretexto patriótico y moral que posibilite sacar, de las primeras planas, la humillación del juicio político.

Pero es lo suficientemente racional para no comer vidrio.
Ni introducir, a su nación, en otro Afganistán, cementerio de los

El organigrama de poder, saldo de la segunda guerra, ya no tiene vigencia. El caos del presente deslegitima la ONU.

De continuar con la degradación y el descenso del precio, en cualquier momento deberá hablarse de una guerra Hamas-Israel.

Para algarabía de Rusia, Putin es la idea del equilibrio universal. Se asiste a la consolidación de la Neo Guerra

Quiso saberlo Jean Marc Ayrault, por instrucción de François Hollande, presidente de Francia.