La polarización es perceptible. Es el clásico Peronismo del Año Impar contra La Libertad Avanza (con el Ángel Abducido).

Cuando se abren las puertas del infierno, se abren para todos.

Plenos y vivos. Estrellas del Estado estructuralmente Fallido por colectiva necedad.

En el revoleo tenso de la timba, se sorprenden con el manejo económico de aquello que fue un país.

Por su densidad, ampulosidad, magnitud e imposturas, el dilema actual de La Doctora resulta ideal para Netflix.

Sin un mango pero con presos. Se puede, se puede.

La estrategia judicial de La Doctora es instrumentada, según nuestras fuentes, por el doctor Eduardo de Pedro, El Wado.

Para la evaluación de Oximoron, La Doctora está sola, por propia voluntad. Se recluye. Se retrae.

En el penúltimo regreso, con la iniciativa en su poder, La Doctora sorprende.

Una sucesión de balances apresurados se trata de legitimar a través de la frialdad inapelable del calendario.

Para entender el complejo poliedro del Kirchner-cristinismo, el Portal insiste en estudiarlo a partir de sus recuperaciones, de sus caídas.

La mayoría transitoria, en su desesperación, lleva a la “democracia descompensada” a la situación límite.

El peronismo suele instalar la idea de la reivindicación inmediata. Es el rédito de la satisfacción rápida. La moneda pronto

La sociedad padece un corte transversal. El cotejo tácito entre los que ponen y los que sacan.