Riesgo Moisés
LA COMEDIA DIVINA (I): Michetti se impone plácidamente sobre Prat Gay-Carrió e Ibarra.
Consultora Oxímoron
escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, sobre informe
de Consultora Oximoron
Sólo el lanzamiento anunciado del multifacético pensador Moisés Ikonicoff puede alterar, para Consultora Oximoron, la transparente complejidad del entramado político porteño.
Porque Ikonicoff proporciona, al menos, generosos segmentos de relativa seriedad. Indispensables para la gestación del análisis político.
Por lo tanto Ikonicoff amenaza con convertirse, para la abulia del poder macrista, en el máximo desafío intelectual. En adelante Rozitchner junior, Lombardi y Durán Barba tendrán que esmerarse en la producción del discurso. Porque enfrente estará Moisés, un interlocutor de Furet, Regis Debray y Alain Touraine.
De consolidarse la candidatura del pensador del espectáculo, en los altos niveles de decisión de la Logia Newman -orientada por el señor Caputo-, comienza a considerarse, según nuestras fuentes, la posibilidad que Mauricio Macri, el líder de la congregación, deba imitar los pasos de Daniel Scioli, el titular de la Línea Aire y Sol. Para bajar, testimonialmente, a la pelea electoral, a los efectos de mantener la viabilidad de su hegemonía.
Vanguardias contestatarias
El desplazamiento de la señora Michetti fue menos forzado que el de los tártaros de Crimea. Hazaña de Stalin.
Pero a través del desplazamiento de Gabriela Michetti, el macrismo caputista alcanzó a neutralizar, hasta hoy, las otras variables. Las proyecciones simultáneamente contestatarias.
En el primer plano, le cuesta brotar a Alfonso Prat Gay. El idóneo economista suele diluirse, hasta perder, por repetición, la imagen y el sonido.
Por otra parte, ensimismado en el Cromagnon personal, Aníbal Ibarra se incendia. Mediáticamente solo.
Mientras tanto, aún no alcanzan a diseñar sus propuestas el kirchnerista Carlos Heller, y el «opocialista» Jorge Telerman, los dos créditos consagratoriamente surgidos de la Colonia Zumerland. Junto al ya ubicado Filmus, que nada quiere saber con la idea de reubicarse.
A esta vanguardia, casi inofensiva, de la contestación metropolitana, deben sumarse los respectivos lanzamientos de los otros exponentes iluminados. Representan a agrupaciones que, en conjunto, evacuan menos que un pajarito.
En esta categoría, difusamente contestataria, puede situarse al señor Lusquiños, del Partido «Es Posible», acaso el penúltimo disparate de los Barros Schelotto.
Los fratellos Adolfo y Alberto, que controlan, admirablemente, el Estado Libre Asociado de San Luis. Pero que padecen de una patológica incapacidad cultural para introducirse en Buenos Aires. La maldita ciudad que los relega, eternamente, a la condición de forasteros.
Circunstancia que los Barros Schelotto quiebran, desde «Es Posible», por la alianza con el emergente «olazabalismo».
Es decir, con el ala más radicalizada de la descuartizada UCD, que orienta Jorge Pereira de Olazábal. Es el referente sustancial del olazabalismo, que aspira lograr una concejalía, hoy denominada «diputación de la ciudad».
Pereira de Olazábal asume, con suerte relativamente estimable, la responsabilidad histórica de terminar con el aislamiento estructural de los hermanitos.
Otras alternativas contestatarias las representan respectivas audacias de próceres improbablemente reconocidos. El venerable ex juez Cruciani, por ejemplo, en alianza casi derruida con el asimilado piquetero Castels. Y un interminable abanico de patriotas, donde se destaca -sobre todo- Guillermo Cherasny, junto a sus miles de seguidores de Facebook.
Sin embargo, es la postulación de Moisés Ikonicoff la que más preocupa a la Logia del Newman. Por la alianza superestructural de Moisés con el agrupamiento bonaerense que prosigue los lineamientos estratégicos del señor Basile, alias El Chicho, o sea de Duhalde. Como así también -a través de Leguizamón, alias El Toti-, por sus lazos inquietantes con la señora Carrió. Además de mantener, siempre abierto, los canales de comunicación con Ramón Puerta. Y, a través de Puerta, con la totalidad del peronismo apodado disidente.
El Riesgo Moisés signa entonces la posible insuficiencia del recurso del desplazamiento de Michetti. Y obliga a Macri a optar también -como Scioli- por el recurso testimonial.
«Hay que ponerle un dique de contención al avance del Riesgo Moisés», cuenta una Garganta que evaluó Caputo. Según nuestras fuentes, ante empleados preocupados, como Torello, o Rodríguez Larreta, o contratados como Durán Barba, alias El Equeco.
«Si el Riesgo Moisés prospera -aceptó Rodríguez Larreta-, con Gabriela no nos alcanza. Mauricio también tendrá que bajar».
Números
Según informe -aún no divulgado- de Consultora Oximoron, efectuado antes de conocerse el lanzamiento de Ikonicoff, el escenario preelectoral porteño está dominado, con excesiva placidez, por la señora Gabriela Michetti.
A pesar de la perceptible carencia de convicción, que la señora desplazada, La Tártara, utiliza para legitimar el renunciamiento a la vicejefatura.
Una decisión que sacó violentamente, del plano de las ambiciones inmediatas, a la señora Carrió, autodenominada la «líder de la oposición».
Ocurre que Carrió prefiere atemperar innecesariamente su segura derrota. Por lo tanto, a pesar de la fantástica opulencia se oculta, en un tercer lugar, detrás del pobre Prat Gay. Pero el buen chico prende menos que una vacuna antivariólica en un matambre. Y detrás del «Gil» Lavedra, el jurista irreprochable que sobrevive merced a los subproductos tangenciales del juicio, y la condena, de los comandantes dilatadamente octogenarios.
Pero Carrió, cuanto más explica, para Oximoron más se entierra. Agudiza la percepción del temor, explicablemente reverencial, que siente por Gabriela.
Hasta hoy, Michetti, desde la alucinación del PRO, para Oximoron encabeza las apetencias. Con 36 puntos. Supera ampliamente al trío de Prat Gay-Gil Lavedra-Carrió, que mantiene 23.
Por supuesto que Ibarra, con la dignidad de sus 15 puntos, se mantiene en el tercer lugar. Posición que improbablemente pierda, a pesar de la intangibilidad de sus papelones.
Estas cuatro figuras, Michetti, Prat Gay-Carrió, e Ibarra, concitan, para Oximoron -antes del lanzamiento de Ikonicoff- el 74 por ciento del electorado porteño.
Al cual debe sumarse el 14 por ciento, en carácter de indecisiones. Con los cuales se llega matemáticamente al número 88.
Queda un ponderable doce por ciento del electorado, que debe distribuirse entre la perrada. Entre los audaces que enarbolan la medialuna, y los cartoneros políticos del oficialismo. Del desaparecido kirchnerismo de la ciudad.
Después del rechazo, racionalmente indeclinable, de Rafael Bielsa -el coherente perdedor polidistrital-, el kirchnerismo de hoy no tiene otra alternativa más piadosa que refugiarse entre los carteles bolcheviques del señor Heller. El crédito solidario de la Colonia Zumerland araña -casi- un 4.
Exactamente lo mismo que araña hoy el impreciso Telerman, quien entra, para mayor rigor, en la categoría de «opocialista». Vaga combinación de opositor con oficialista. Circunstancia que desorienta más de lo que orienta al valorable 4 por ciento del padrón que aún lo sigue. Por los refinados atributos del afrancesamiento, o por el (des)encanto personal.
Sin embargo no todo está perdido. Porque Ikonicoff acecha. Aunque tal vez sea demasiado tarde para encarar la hazaña de imponerse.
Oberdán Rocamora
para JorgeAsísDigital
sobre informe de Consultora Oximoron
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