Liderazgo subcontinental para Nuestra César
RELEVAMIENTO DE SAMURAIS-DICIEMBRE: Chávez y la Sala de Embarque. Macri y la salvación con Bianchi. Cobos y la fatiga moral del peronismo.
Consultora Oxímoron
escribe Oberdán Rocamora,
Redactor estrella, a partir del Informe Oximoron,
especial para JorgeAsísDigital
En relevamiento de diciembre la señora Cristina, Nuestra César, samuráis 4, registra una tibia recuperación.
Pasa a figurar, en adelante, como samuráis 3. Desplaza a Hugo Moyano, El Charol, que se diluye del primer plano entre movilizaciones que lo perjudican.
Nuestra César queda inmediatamente detrás de Mauricio Macri, El Niño Cincuentón, samuráis 2. Y de Daniel Scioli, el reconocido líder de la Línea Aire y Sol, que continúa, forzadamente, como el samuráis 1. Con gestos insuficientes de emancipación es aún -según Informe Oximoron- el convenientemente aventajado para traficar con la sucesión. En 2015.
Trátase de la posición de privilegio del que muchos planifican bajarlo. Y que al líder airesolista le cuesta conservar. Por los desplantes de Sergio Massa, La Rata del Tigre, destacado miembro del pelotón de aspirantes a samuráis. Y sobre todo por el envión intensamente positivo de Macri, repotenciado, además, por la presumible salvación que le produce la vuelta de Carlos Bianchi al sustancial instrumento de poder. Boca Juniors.
Para Oximoron, si peligra la vanguardia de Scioli, es exclusivamente por el fortalecimiento de Macri. Derivación obvia del regreso de Bianchi. Ampliaremos.
De ningún modo peligra la avanzada de Scioli por las ambiciones de permanencia de Nuestra César. En defensa propia.
Alucinan los fundamentalistas del cristinismo cuando distan de resignarse a la idea que el poder, en la práctica, se les termina.
Trámites migratorios
Trasciende, aparte, que Nuestra César estimula la fantasía de liderar la movida latinoamericana. El difuso contenido anti-imperialista.
La Revolución Imaginaria que La (Agencia de Colocaciones) Cámpora se propone dirigir desde la base comando de Carletto, en Puerto Madero.
La cesación de Hugo Chávez se encuentra próxima a la certeza. El estruendoso líder bolivariano se extingue. Quien desplazó a Fidel de la conducción relativamente revolucionaria, hoy se encuentra en la infortunada sala de embarque. Con el equipaje definitivamente despachado. Con los trámites migratorios concluidos. Aguarda el vuelo final. Cuando se lean estas líneas, incluso, pudo haberlo emprendido.
Entonces Nuestra César se tienta para liderar naturalmente esta suerte de Tupac Amaru subcontinental.
Ya que ni Rafael Correa, por su analfabetismo funcional, ni el Evo Morales, por su intrascendencia estructural, y menos el nicaragüense Ortega, se postulan para heredar a Chávez. Instalado, el pobre, en la misma sala de embarque de Fidel.
Mientras tanto a Lula, por su parte, se le viene la noche. Consecuencia de la peste de transparencia que baja, como recetario geopolítico, desde el Norte. Y a la que parece amoldarse perfectamente la señora Dilma Rousseff, que es, para ser exactos, como quiere ser Nuestra César. Pero de verdad.
Contiene Dilma la legitimidad de la militancia de izquierda en la mochila, pero está lo suficientemente superada como para adherir a los postulados (norte)americanos que hoy fija Barack Obama, el Chacho Álvarez de los Estados Unidos, según la aguda concepción del pensador Ricardo Romano.
Significa confirmar que Nuestra César atraviesa cierta situación incómoda. En especial si la peste de transparencia baja más hacia el sur. Ya que su gobierno, como corolario del gobierno mitificado de El Furia, el visionario esposo extinto, emerge como merecedor de la totalidad de los artículos del Código Penal.
Comparativamente, para el cristinismo, el “mensalao” del Brasil es una inocentada adolescente.
Preparada para salir al juego grande desde el banco bolivariano, Nuestra César necesita algo que nunca podrá conseguir. La reelección eterna. Vedada por la política más que por las trabas constitucionales.
Para esbozar cualquier proyecto de reforma elemental al cristinismo le faltan, según nuestras fuentes, nunca menos de diez senadores. A los que no podrá persuadir, ni adquirir. Al menos hasta el cierre del relevamiento de diciembre.
Consolidación de Timerman
Para algarabía de los que suponen formar parte del proyecto revolucionario, que se expande sólo en la imaginación, Nuestra César produjo la movida audaz de designar, como embajador en los Estados Unidos, a la señora Cecilia Nahón.
Nueva jugadora. Crédito de Tontos pero no Tanto, entelequia universitaria que supo orientar Axel Kicillof.
Nahón se encontraba a cargo de la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales del “País Paria” (cliquear), condenado al aislamiento espiritual.
La Tontita pero no Tanto sucedió, menos de un año atrás, al más astuto de la saga de Los Kreckler. Consagrado, por los ecos de la diplomacia femenina, como El Pomo Real.
Sin embargo fue el vituperado canciller Timerman quien volvió a demostrar -para Oximoron- su destreza para deshacerse de todos aquellos que deliraron con la ilusión de sucederlo.
Se deshizo, primero, de El Pomo Real, aposentado en Brasil. De Juan Pablo Lohlé, que estaba en Brasil pero lo confinó al Florida Garden.
Y ahora la despacha a Nahón, hacia Washington. Y al lanzado Argüello lo aposenta en Portugal, uno de los países mejores para ejercer la diplomacia, e invertir la vida.
En realidad Timerman merece quedarse. Escriturar la cancillería a su nombre, para siempre. Aunque su gestión -si se la puede llamar así- diste de ser brillante.
Pero difícilmente algún funcionario del plantel se haya humillado más, por el honor de Nuestra César, que el canciller Timerman.
Fue obediente, y sin pudores, al aeropuerto de Ezeiza. Para cortar con la tijera, a los efectos de sepultarse y hacerle caso, los cables que ataban paquetes sutiles de los americanos. Los “gringos” que hoy extorsionan con el cuento de la necesaria transparencia.
Y Timerman hasta entregó, levemente envuelta, su identidad. Al sentarse a negociar, para colmo, con los iraníes. Por otra instrucción de Nuestra César, y a pedido del Chávez que agoniza.
El bolivariano que -al cierre del despacho- sigue con los documentos en la mano. En la cola de la Sala de Embarque. Puerta Seis. Para el viaje trascendental.
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2.- Bianchi ¿la salvación de Macri?
El macricaputismo produce información.
Quien se afirma, en el comentado relevamiento de diciembre, es Macri.
Merced a la abnegación de Norberto Angelici, el macricaputista de orientación radical, que genera reticencias en la monotonía del PRO.
A través de la contratación providencial de Carlos Bianchi, para la dirección técnica de Boca Juniors.
En adelante El Niño Cincuentón contempla su destino personal de manera más auspiciosa.
Con el otro ídolo, Del Sel, en Santa Fe. Al que se lo quieren birlar, según nuestras fuentes, tanto Scioli como Massa.
Con Alfredo De Angelis en Entre Ríos.
Y con Bianchi, El Búfalo, en Boca.
En el país sin política aún se puede soñar con la lluvia de papeles dorados sobre los futbolistas eufóricos que enarbolan alguna copa internacional. Vestidos, probablemente, de amarillo PRO. Ante la alegría movilizada de las mil peñas de Boca, diseminadas en la república. Pesan -para Oximoron- mil veces más que dos mil unidades básicas del peronismo clásicamente desorientado.
A los 63 años, El Búfalo Bianchi profundiza sus veleidades de “celebrity”. Pero su irrupción favorece, ostensiblemente, a Macri.
El Niño Cincuentón ya dejó de ser aquel tradicional caprichoso que solía enredarse en competencias infantiles de egos.
Lo que la política no brinda, Bianchi -si no lo aporta- lo facilita.
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3.- 2015, como 1983 y 1999
Cobos, Binner, y la fatiga moral del peronismo.
Por último, la fatiga moral del peronismo motiva que otra vez, acaso inútilmente, la atención se dirija, para constar en actas, hacia el espectro socialdemócrata.
Como en 1983, con Alfonsín, o 1999, con De la Rúa y “Chacho” Obama.
Detrás del estancado De la Sota, El Cordobés Profesional, samuráis 5, aparece burocráticamente Hermes Binner, el John Wayne de El Hombre Quieto, samuráis 6.
Y también Julio Cobos, el Cleto No Positivo, samuráis 7.
Cobos cierra la tabla y necesita, imperiosamente, en 2013, del triunfo en Mendoza. Tiene que ser rotundo. A pesar del adelantamiento electoral que se viene.
En Mendoza como en otras nueve provincias. A los efectos de evitar el temido descalabro de Nuestra César, que arrastra a los gobernadores.
De no ser demasiado espectacular el triunfo de Cobos, ya aparecen los empresarios hartos del peronismo que estimulan, aún sin dinero, para 2015, la fórmula Binner-Sanz.
Para postergación eterna de Fernando Solanas, El Dirigente Universitario. Infaltable -como Francisco De Narváez, El Roiter- en todas las elecciones del siglo.
De ser espectacular el triunfo de Cobos la socialdemocracia nacional ya comienza a delirar con el ticket Cobos-Binner.
Sobre todo si Binner queda afectado por el crecimiento irresistible del macricaputista Del Sel.
Cobos-Binner sería la manera de convertir, a Sanz, de nuevo, el participativo entusiasta, en el desplazado serial.
Oberdán Rocamora
sobre Informe Oximoron
para JorgeAsisDigital.com
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