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El frepasismo tardío y los peronistas

Nuestra César en banda.

Carolina Mantegari - 7 de noviembre 2012

Consultora Oxímoron

El frepasismo tardío y los peronistassobre informe de Consultora Oximoron
Redacción final de Carolina Mantegari,
especial para JorgeAsísDigital

“Estos son peronistas, nunca van a abandonar el poder”, confirma la Garganta.
“No son como los radicales, que los sacan con una movilización”.

Otra Garganta: “Este es el gobierno más peronista después de Perón”.
Sigue: “El peronista que no está en el gobierno es sólo porque no lo llaman”.

Primero, que se sepa, nadie quiere desalojarlos del poder.
La manifestación popular del 13 de septiembre (“de gente bien vestida que quiere comprar dólares y sólo piensa en Miami”), como la que amenaza con ser impresionante, que se programa para el 8 de noviembre (“financiada por el PRO y la Sociedad Rural”), dista de tener el objetivo “destituyente” que los cristinistas en banda, en su desorientación, pretenden atribuirle.

Para Consultora Oximoron, se trata de una exaltación colectiva del hartazgo.
Del agotamiento de una sociedad que no encuentra, aún, respectivos canales de representación política.

“Muchachos, algo más simple, por qué no se preguntan, sin gran modestia, los cristinistas en banda, qué cosas se hicieron mal”, señala otra Garganta.

Cuesta que acepten el fenómeno de La Protesta, que superó las expectativas de los “sigilosos programadores de la espontaneidad”.
Los soberbios pontificadores del oficialismo reaccionan con imbecilidades estructurales. Desprovistas de autocrítica, de inteligencia elemental.

El frepasismo tardío y los peronistasPero también les cuesta concebir La Protesta a los audaces desairados de la oposición.
Los que, ante la existencia de la sociedad que independientemente oposita, no tienen otra alternativa que sumarse. Pasivamente.
Como consecuencia. Porque no son causa. A pesar de los deseos del cristinismo en banda.

El otro tema sustancial, que el 8-N coloca en el primer plano, tiene que ver con el peronismo. La superstición fundamentada.

Cabe el debate, la discusión subyacente. Acerca de si el gobierno en banda de Nuestra César es peronista o no.
Para Consultora Oximoron, el gobierno (en banda) de Nuestra César deriva en un extraño frepasismo tardío.
Con peronistas en retirada que se mantienen, movilizados por las necesidades del empleo fáctico, en esta versión patológica del peronismo.

En el gabinete pueden encontrarse, de todos modos, cuatro peronistas destacables.
Julio De Vido, sostenido por cinco glóbulos rojos y uno blanco. Llevado por delante por el frepasista Axel Kicillof, con la habilitación de Nuestra César.
Arturo Puricelli, acosado por la línea frepasista que se extiende desde el eje que componen Nilda Garré, el influyente Verbitsky, el Santo General Milani y Forti.
Julio Alak, desangrado en la epopeya innecesaria del 7-D. Sin la capacidad lógica de plantearle, a Nuestra César, una salida del laberinto (ver “Cristina y el noviembre más cruel”, cliquear).

El frepasismo tardío y los peronistasY resta Florencio Randazzo, el Ex Killer, que terminó en el edulcorado sellador de pasaportes y de cédulas, e inspector de ferrocarriles.
Mientras tanto emerge Randazzo como el más preparado para hacerle un poco de sombra a Sergio Massa, La Rata del Tigre.
O sobre todo a Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol. En la provincia inviable.

Ahora, con el proyecto de reelección en la sepultura, los cristinistas en banda no tendrán -para Oximoron- otra alternativa que resignarse a seguirlo (ver “Un Scioli rodeado”, cliquear).

Los que se van

Otra característica que observa Oximoron alude a los peronistas culturales que, en cuanto pierden el empleo en el gobierno, se pasan a la oposición.
El caso más resonante lo brinda el poeta impopular Alberto Fernández.
El caso más locuaz lo aporta Julio Bárbaro.

Pero también está la distancia recatada de Alberto Iribarne. O la distancia estridente de Martín Redrado, que busca su lugar entre los canales de cable.
No hace falta, en realidad, que procedan del peronismo los que se pasan muy pronto a la oposición. O a enarbolar la crítica.
Hay también insignes frepasistas. Como la señora Graciela Ocaña, o el relativo eminente José Nun.
Quien ni siquiera, al dejar su puesto (Nun) fue a esclarecer a los redactores entusiastas y sexagenarios de Carta Abierta.

El frepasismo tardío y los peronistasY la colección de embajadores políticos. Artículos Quinto.
Excelencias que, en cuanto volvieron a la república, también se pasaron a la oposición.
Final de sueldo y despedida simultánea.
Ensayan declaraciones televisivas, como el exponente de la extinguida civilización duhaldista, Remes Lenicov (Unión Europea). O Rodolfo Gil (OEA). O el cada vez más agudo Jorge Yoma (Méjico), que retomó a la diputación.
Otros se dedican a extender redes contestatarias con pudoroso perfil bajo. Como Juan Pablo Lohlé (Brasil).
O se lacran, como Luis Ureta Sáenz Peña (París).
O se esfuman, como Octavio Bordón (Estados Unidos). Sin que nadie siquiera lo registre.

Peronismo cuando conviene

El atributo del peronismo, durante el Kirchner-cristinismo, emerge en las instancias defensivas.
En las instancias ofensivas, al peronismo se lo oculta.
Pasó con Néstor, pero pasa también con Nuestra César.

Cuando le iba demasiado bien, El Furia prefería presentar, en el primer plano, ante una lluvia de papelitos dorados, a las señoras de Bonafini y De Carlotto (que se detestaban entre sí). Mientras las cámaras de la Televisión Pública tenían prohibido enfocar a los lateralizados gobernadores peronistas.
El frepasismo tardío y los peronistasLos amontonaban en un costado. Y los pobres peronistas hacían señas, como el Penado 14. O como si jugaran al truco. Para que el líder, al menos, los viera.

Cuando la mano venía mal, como con el conflicto “del campo”, El Furia forzaba las demostraciones de lealtad de los peronistas con territorio.
En sus paradas anti-ruralistas debían estar todos. Con la excepción, cabe consignarlo, de El Gringo Schiaretti, de Córdoba.
Pero se lo veía, para dar el presente en la causa perdida, tanto a Scioli como a Das Neves. Y los peronistas territoriales del elenco estable. Como Gioja, Beder Herrera, Capitanich, Fellner (aunque el gobernador de Jujuy fuera Barrionuevo). Se veía también a los radicales trasplantados. Kloss, Zamora, Alperovich. Frepasistas por convicción.

Después del 54%, cuando le fue demasiado bien, en la plena ofensiva, en el acto de Vélez, Nuestra César imitó al extinto.
Prefirió lateralizar a los poco presentables peronistas territoriales, para lucirse con el colectivo frepasista de Unidos y Organizados.
Con Martín Sabbattela como instrumento. El punzón que Nuestra César utilizaba para fastidiar la piel sensible de los mini-gobernadores en retaguardia. Del conurbano bonaerense.
Con la “Fuerza Nacional de Incondicionales” (cliquear) que componía La (Agencia de Colocaciones) Cámpora. La fuerza patrióticamente presupuestaria.
Junto a los muchachos de la agrupación de Pérsico, combativos gestualmente orales. Como los muchachos de Kolina, del presupuesto heroico de la cuñada Alicia, La Fotocopia.
Aferrados, todos, a la magia del Estado Bobo, y dispuestos a exaltar el ejemplo de La Milagritos.
Y para avanzar, en bloque, sobre los mini-gobernadores y gobernadores del peronismo.
A los que pretenden, más que superar, desplazar. Para “ir por todo”.
Con la reelección incluida. La ansiada eternidad que inspiraba, hasta la conmoción, a la señora Conti, frepasista de alma.

Ahora, cuando la mano le viene mal, ante la sociedad hastiada que les exhibe el espectáculo intolerable de la indignación, Nuestra César necesita, para no caerse, de la lealtad de los peronistas que aspira a llevarse puestos, como una bufanda.
“Los peronistas nunca se entregan”, insiste la Garganta.

El frepasismo tardío y los peronistasEl frepasismo tardío, que impuso el cristinismo en banda, va a terminar -para Consultora Oximoron-, invariablemente, mal.
Pero nadie puede asombrarse. Ni enojarse. La conclusión es poco original.
Al fin y al cabo todo, en la Argentina, termina mal. Siempre.

Carolina Mantegari
sobre informe de Consultora Oximoron,
copyright by JorgeAsisDigital.com
pero permitida la reproducción sin citar fuente.

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