Menú

Nicho o Tierra

SEMINARIO II: Entreguerras y Entre Elecciones: Opositores con el boleto picado. El viaje es de ida. Sin estaciones.

Carolina Mantegari - 5 de septiembre 2011

Consultora Oxímoron

Nicho o Tierrasobre Informe de Consultora Oximoron,
redacción final de Carolina Mantegari,
especial para JorgeAsísDigital

Los años veinte, en Europa, se conocen, en la actual posteridad, como los años de entre-guerras. Entre la primera y la segunda guerra. Llamadas, jactanciosamente, mundiales.
Septiembre del 2011, en la Argentina, para la posteridad cercana, será conocido como el mes de «entre-palizas».
Entre la primera paliza producida por el cristinismo, en las «Elecciones amistosas» (cliquear) del 14 de agosto, invención que resultó definitoria. Y la paliza a producirse, salvo imponderables milagrosos, el próximo 23 de octubre.
Para Consultora Oximoron, el tema de la obra, con estos personajes en el escenario, se encuentra absolutamente terminado. Agotado.

A esta altura, el candidato opositor tiene que elegir. Optar por el Nicho o por la Tierra (aunque alguno pueda entusiasmarse, incluso, con el recurso excesivamente enfático de la cremación).

Últimas transfusiones

Resta apenas saber cuántos votos irán hacia la cosecha servida de Hermes Binner. El socialista demasiado serio, que sabe explotar el atributo de ser un desconocido.
Nicho o TierraVer «Derrotados, anotados y favorecidos» (cliquear). Binner es de los pocos que resultó tristemente favorecido en el tendal. Entre la luctuosa colección de derrotados. Desgastados. Ya sin posibilidades de emitir ningún efecto sorpresa. Menos de lanzarse, siquiera, a la aventura de quebrar, necesariamente, el bloque compacto del cristinismo.

Son los votos que se le caen, invariablemente, a Ricardo Alfonsín, El Menoscabado.
Persiste Alfonsín acorralado, hoy, entre las desventuras culturales del partido centenario. En el radicalismo suele revolotear la fobia hacia el error de la derrota.
Donde el menoscabo, aparte, se extiende. Sin la irrisoria compasión hacia el vencido.
Donde las tijeras se distribuyen, promocionalmente, en la liquidación de invierno. Es la antesala del Festival del Corte. Traiciones gratis.

Hacia el cuerpo de Binner, un Robert Mitchum en su versión madura, llega también la impresionante transfusión de sangre electoral que procede de los proyectos debilitados.
En principio, de la PYME boqueante de la señora Elisa Carrió. Es la Empresaria en Demoliciones que asiste, sin espanto, a la ceremonia íntima de su propia demolición.
Nicho o TierraAparte, al cuerpo de Binner, se le debe la sangre mínima del otro proyecto terminal. Lo compartieron la señora Alcira Argumedo, la «Socióloga Lúcida de las Batallas Equivocadas». Con Fernando Solanas.
Es -Pino Solanas- el prestigioso Dirigente Universitario que, desde la Universidad, pasa directamente hacia la jubilación. Es para una película consagratoria, inspirada en los rezagos de su autobiografía. Con espacio para personajes explotablemente secundarios que reventarán las taquillas. Chacho Álvarez, Claudio Lozano, De Gennaro, El Tano.

Placebo del fraude

El Nicho o Tierra de Duhalde, el Piloto de Tormentas (generadas), es, en cambio, bastante más dramático.
Duhalde se entretuvo, o se dejó entretener, durante tres semanas, con el Placebo del Fraude.
Hoy le cuesta asumir, a Duhalde, el rol del estadista incomprendido. Desairado por la espalda ingrata del soberano. En retirada.
A la detectada «civilización duhaldista», que paulatinamente se extingue, Duhalde tiene que proponerle una epopeya elemental. Retener, como consuelo, primero, la senaduría minoritaria de la familia.
Y lograr, en la «provincia inviable», algunas reivindicaciones domésticas. Casi de entrecasa.
Una banca para la señora Graciela Camaño, que es, acaso, la legisladora más desperdiciada del peronismo, ya que se encuentra en reales condiciones para acceder al plano superior. Otra para el Tato Brown, que es un amigo leal, otra para el entrañable Pelado Arcuri, compañero de barajas y de spas. Y otra para Carlitos Ruckauf.

En 1999, mientras comía un pescadito en Lisboa, le dijeron a Ruckauf.
«Hoy es más fácil que usted sea el gobernador de Buenos Aires a que Duhalde sea el presidente de la Argentina».
Nicho o TierraDoce años después, en la cuesta abajo del 2011, en Buenos Aires, se le puede decir:
«Es más fácil, Ruckauf, que usted sea diputado, a que Duhalde sea…»

Transcurrido el turno del Placebo del Fraude, llega la hora tardía, para Duhalde, de aplicar alguna terapia más rigurosa.
Debe decidirse a hacer, de nuevo, aquello que supo hacer con Menem, y casi olvidó. Y que le otorgó una incuestionable legitimidad. Política.

Por la Patria

Si no toma un providencial Avivol, el dirigente opositor está perdido.
En los seminarios de Consultora Oximoron, el Portal no suele brindar asesoramiento electoral. Menos, aparte, cuando son generosamente gratuitos. Por la Patria.

Con el boleto picado, en la exclusividad del viaje de «ida», y ya sin derecho a la «vuelta», les queda el recurso de la antipatía (ampliaremos).
Nicho o TierraResulta antipático plantear la destrucción, ya no sólo conceptual, del bloque compacto del cristinismo. Hoy contiene a la mitad de la población.
Con el setenta por ciento del apoyo, sobre todo, diseminado entre la Primera y la Tercera. Sustanciales secciones electorales de «Buenos Aires, la provincia inviable» (cliquear).
Son votos que están, más que cautivos, inviolablemente escriturados. Forman parte del inventario cristinista. Es un tema que no se arregla con mangos. Y menos en un momento en que nadie se atreve a llenar una valija. Ni siquiera un portafolios. Hay carencia extrema, hasta de lavadores.
Entonces es inalterable. Por más tijeras que se obsequien, difícilmente vaya a prosperar la idea del corte masivo (les van a robar, a lo sumo, un poco de plata. Parte del folklore).

Traiciones no cometidas

Significa que los opositores -para Consultora Oximoron- tienen que abstenerse de invertir en las traiciones que nunca van a concretarse.
Truman Capote hizo claudicar su gloria a través de aquellas «Plegarias no atendidas».
Algún político inversionista puede sepultar su astucia con las «Traiciones no cometidas».
Traiciones -peor aún- pagadas. Encargadas. Pero no cumplidas. Traiciones traicionadas.
Nicho o TierraPagar para que se cumpla la traición, que no se comete, emerge como el conflicto ideal para un dramaturgo de excepción. De la magnitud de Ibsen, Tenesse Williams, o Carlos Gorostiza.
Significa traicionar al punto que paga por el delivery de la traición.

Si pagan, otra vez, por las «Traiciones no Cometidas», se merecen, definitivamente, la derrota. Por b…

Resta el recurso extremo de la antipatía. El desafío a la mitad de la población, para encarar la ruptura del bloque compacto. Quedan, tan sólo, cuarenta y cinco días. Suficientes.
Pero el bloque irregular, contradictorio, que porta el tradicional elemento autodestructivo, hoy se dispone a llevarse, otra vez, por delante, al amontonamiento de los opositores entregados. Resignados. Para emprender el viaje sólo de ida, sin estaciones intermedias. El boleto, aparte, ya está picado. Viajan, los héroes, para recibir la nueva paliza.
Para Oximoron, en materia estrictamente política, aún pueden elegir. Nicho o Tierra.

Carolina Mantegari, redacción final
para JorgeAsisDigital

permitida la reproducción sin citación de fuente.

Relacionados

Caos básico, bolilla uno

Una operación casi infantil para facilitar la rigidez del esquema que confronta.

Carolina Mantegari - 4 de septiembre 2017

El nuevo Macri (con fluor)

El macrismo, como movimiento, ya tiene incuestionable presencia nacional. Con otro envase, para seducir al consumidor.

Carolina Mantegari - 28 de agosto 2017

Lo menos malo y lo peor

Macri es “lo menos malo”. Valor piadosamente insuficiente ante la inmanencia de “lo peor”. El retorno del populismo.

Carolina Mantegari - 8 de julio 2017