Abrochados e injertados
Scioli, el intendente con rango de gobernador, entre minigobernadores con rango de intendentes.
Consultora Oxímoron
escribe Osiris Alonso D’Amomio
Consultora Oximoron, especial
para JorgeAsísDigital
A los efectos de situarse en el centro del escenario, Kirchner lanza el globo de la candidatura a diputado por la provincia de Buenos Aires. Artificio previsible que Morales Solá se precipitó en calificar de «garabato». Para Duhalde, presidente honorario de la ADEVIK (Asociación de Víctimas de Kirchner), se trata, según nuestras fuentes, de un error. Equiparable al error que supo cometer el propio Duhalde, en los noventa. Cuando era el Señor Feudal de la provincia, y cayó en el exceso de proponer, como candidata, a su esposa. Al margen de los atributos invalorables de la señora Chiche, la postulación motivó que la totalidad del espectro opositor -a criterio actual de Duhalde-, se unificara en su contra.
Kirchner, El Elegido que destronó a Duhalde, El Elegidor, difícilmente podrá obtener, de los adversarios, similar respuesta unificadora.
Alucinatorio es apostar por una alianza de la señora Stolbizer (o sea de la señora Carrió), con el caudillo popular De Narváez (o sea con Duhalde). O con el primito de Macri (o sea con Macri).
Abrochados
Para Consultora Oximoron, lejos de ser un «error» o un «garabato», la postulación legislativa de Kirchner es un acierto. En cierto modo, el último hallazgo. Representa la manera ajustada de mantener abrochado el territorio. Donde Kirchner, el nuevo Señor Feudal, mantiene cuantiosos arrendatarios.
Son Los Abrochados. Los que dependen de la persuasiva argumentación política de su chequera. Por lo tanto, Los Abrochados deben salir en tropel para manifestar la adhesión. Con el objetivo crematístico de continuar con el cobro de las mensualidades.
Desde Scioli, el primero de los intendentes, que mantiene el rango de gobernador. Hasta el conjunto de minigobernadores del sustancial conurbano, que mantienen el rango de intendentes.
Según evalúa Consultora Oximoron, Los Abrochados de hoy no tienen otra alternativa que manifestar la lealtad. Adherir a la causa «Kirchner diputado». Como si tuvieran el entusiasmo de los militantes de antaño. Aunque posiblemente después Kirchner desista y ponga, si le dan los números, a cualquier abrochado. O recurra, si tiene aún aire, a otro injerto.
Importaciones
Por su postulación, Kirchner continúa la onda importadora que supo estragar la identidad del bonaerense. A través de la moda clásica del Injertado, que se impuso en la provincia, en gran parte, por obra de Duhalde. Quien se copió mal de Menem.
Entonces Duhalde no debiera indignarse por la persistencia en el error del nuevo injerto. Concepción que colaboró para instaurar.
El injerto derivó en una característica asumida de la cultura política provincial.
Duhalde debió recurrir al injerto de Ruckauf, en el 99. Con el combo que continuó el agregado natural de Solá. Fue en desmedro de El trío Melodías. Aquel que conformaban Mércuri, Toledo y Pierri. Tres genuinos bonaerenses que conducían, según Duhalde, al bolero de la derrota. La evito con Ruckauf, El Injertado.
Por lo tanto para Consultora Oximoron Kirchner imita peor al Duhalde que se copió mal de Menem. Primero, cuando Kirchner recurrió al injerto conyugal de la señora Cristina, Injertada en el 2005. Para hacer senadora por Buenos Aires a la senadora por Santa Cruz. Aquí en desmedro de la señora Chiche, quien llegó al parlamento minimizada por la minoría, y en el esplendor del retroceso de la civilización duhaldista.
No obstante, Kirchner insistió en la modalidad del injerto. Para recurrir, en el 2007 a El Injertado Scioli, quien tenía hasta los afiches adquiridos para lanzarse como Alcalde por la Capital.
Scioli, como Injertado, fue tibiamente desafiado por De Narváez, la blandura que emerge como Caudillo Restaurador.
En la actualidad, De Narváez es, en cierto modo, otro injerto, que se entusiasma con los minutos televisivos que puede brindarle la posibilidad de enfrentarlo a Kirchner.
Aunque, si Duhalde mantiene aún lejanas intenciones de recomponerse como jefe, tendría que dejar de conformarse con la categoría irrisoria de Puntero de De Narváez.
A los efectos de recuperar el liderazgo en la provincia, y para que vuelvan a tomarlo en serio en los cafetines de los suburbios, Duhalde, según informe de Consultora Oximoron, debería dejar a un costado las alucinaciones menores del «armador». O la construcción literaria del Piloto de Tormentas. Y postularse él, Duhalde, y ningún otro. Para enfrentar al último Injertado. Kirchner. Quien necesita mantener abrochado el territorio, hasta la posteridad del 2011.
Sustitución de importaciones
La indispensable importación instiga a la cultura del injerto.
El trasplante obedece a la imposibilidad de recurrir, en la provincia intelectualmente diezmada, al mecanismo de la sustitución de importaciones.
Ocurre que Los Abrochados se recelan, entre sí. Lo suficiente como para obstaculizar la proyección de cualquiera de los minigobernadores, con rangos de intendentes.
La adopción del Injertado resuelve transitoriamente el problema del vacío.
Porque Los Abrochados conformistas mantienen la certeza que ningún Injertado se encuentra en condiciones de armar, en la provincia sustantiva, nada propio. Ni siquiera un mecano.
Los Injertados carecen de la capacidad para fundar una unidad básica que les responda.
Sólo alcanzan a mantener, Los Injertados, una delegación del poder. Al que pudieron acceder merced al índice de conocimiento nacional. A la soberbia arbitrariedad del dedo del señor feudal de turno. Quienes los promueven para disfrutar de los cargos que derivan en redituables figuras honorarias.
Aunque a Los Injertados se les permita, en general, y a plazo fijo, la firmeza de la pasión recaudatoria. Siempre que se mantengan como instrumentales engranajes del amo real.
La sensación de transitoriedad los induce, a Los Injertados, a entregarse a la patología insaciable de la recaudación. Deseo de cargar las faltriqueras, antes que sea demasiado tarde. Y la beca del injerto se acabe.
Cultor de la ideología del vitalismo, el titular de la Línea Aire y Sol, Daniel Scioli, tendría que captar el sentido, explícitamente profundo, y casi perverso, del informe de la Consultora Oximoron.
Osiris Alonso D’Amomio
para JorgeAsísDigital
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