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La caída del Ángel

Capitanich se impone a los encuestadores.

Osiris Alonso DAmomio - 17 de septiembre 2007

Artículos Nacionales

La caida del AngelRESISTENCIA (de nuestro enviado especial, Osiris Alonso D’Amomio).- Antes de lanzarse a celebrar la ajustada victoria de Capitanich, alias El Coqui, algunos “compañeros” del peronismo compartían, en La Biela de Resistencia, su agradable estupor.
La perplejidad consolidaba el lugar común. En Chaco se repetía la pasión por las profecías falsas. Como en Córdoba o en Santa Fe, se asistía al desmoronamiento de la credibilidad de los encuestadores.
La paridad signaba, de por sí, otra catastrófica debacle para los equilibristas de la sociología estomacal. Porque, al contrario de lo que indicaban los consultores, «el Ángel» (por Rozas) distaba de imponerse por los anunciados veinte puntos.
Ni siquiera por diez.
El Ángel, insólitamente, peleaba, «voto a voto», con el Coqui.
Finalmente, por la misericordia de medio punto, Capitanich se iba a imponer. 46,86 contra 46,36. Por dos mil votos que significaban La Caída del Ángel. Y el presagio de la sepultura, siempre transitoria, del prestigio de los encuestadores.

Frustrado Radical Kash

Por El Coqui, en realidad, nadie daba un centavo en La Caja de Buenos Aires.
El actual gobernador, el radical Roy Nikisch, fue tentado, oportunamente, para convertirse en otro de los colonizados Radicales Kash.
Cuentan, las Gargantas confiables, que Roy Nikish no se hizo Radical Kash sólo por influencia de su mujer. Es la Secretaria de Cultura y Educación. Ella lo conminó al marido, para que no se retirara de las filas descuajeringadas del radicalismo.
Aparte, el Ángel lo llevaba, al marido, Roy Nikisch, como primer senador.
De manera que la componenda fracasó. O con mayor elegancia, el pase, que contemplaba, además, la frustrada incorporación, de una diputada «nikischista», la señora Glibota, como compañera de fórmula de El Coqui.
Al caerse la componenda, El Coqui Capitanich debió optar por El Búlgaro. O sea, por Bacileff Ivanoff, alias El Yiyo.

Combo PJ

De manera que Capitanich optó por armar un combo notable, con el PJ, para vencer al Ángel y a los encuestadores. Incluye por supuesto al peronismo, que recupera el poder, en el Chaco, después de 16 años.
Sin embargo Capitanich se las ingenió también para captar a los desarticulados racionales chaqueños de Recrear. Los que responden a López Murphy, y que aportaron el 1,64. Y además logró captar el 2,57 del ateneo inagotable de funcionarios del Frente Grande. Y el 2,97 del Partido Nacionalista.
En cuanto al tercer candidato, la señora Terada, alias La Japonesita, diputada provincial por del ARI, que se referencia en la Coalición Rivotril de la señora Carrió, hizo electoralmente lo que pudo.
O sea, muy poco. Ya que su líder espiritual es lo suficientemente conocida en la comarca, como para captar adhesiones.

Otros indicadores

La provincia se encuentra con una llamativa versatilidad en materia de carencias. Aquí se paga la energía más cara, se carece de gas natural, conste que el tubo cuesta 135 pesos. Se carece de infraestructuras elementales y abundan escandalosamente las inundaciones.
En Resistencia se asiste, para colmo, al predominio de los peores indicadores sociales. La excepción viene del lado del oeste, por la vigencia ideológica del progresismo de la soja.
Algunos, muy pocos, aciertan con el cultivo de algodón.
La justicia local se encuentra en condiciones de idealizar aquel sistema de la servilleta.
El poder político maneja, al poder judicial, por control remoto.
Aparte, impera la lógica del temor. Sobre todo desde que suspendieron a la jueza Cynthia Volman. Entraron, por si fuera poco, por la ventana, tres jueces del Superior Tribunal de Justicia.
Uno de ellos, Avalos, fue secretario general de la gobernación, en aquellos tiempos del Angelito.
Otro, Toledo, fue su Ministro Coordinador.

En materia de falta de garantías se asiste a la victoria tácita de la democracia. Porque no hay garantías para nadie.
«Ni en la época militar soportamos tantas presiones desde arriba», nos confirman.

La Legislatura, en cambio, mantiene el encanto del caos.
Al Presidente, Carlos Ulrich, lo tiene apuntado La Japonesita, la diputada Terada. Por «malversación de caudales públicos e incumplimiento de deberes de funcionario».
Con la denuncia, La Japonesita del rivotrilismo frustró la construcción del «palacio legislativo». Con una colección de irregularidades, fronterizas con el territorio de la grosería.

Desmanejos desde la tierra pública, vendida por centavos y revendida en millones.

Berenjenal

En fin, el berenjenal chaqueño brinda, en definitiva, una satisfacción inesperada al kirchnerismo.

El Coqui Capitanich puede exhibir, merecidamente, la gloria de su coronación personal. Muestra sus avances formativos. Dejó de hablar, exclusivamente, de números, que le otorgaban respetabilidad pero lo alejaban de la gente. Para hablarle, a la gente, de los problemas cotidianos. Y presentarles, al menos, el esbozo de las soluciones.

Sin embargo, en Buenos Aires no deberían entusiasmarse en exceso. Porque el triunfo de Capitanich no es trasladable, de manera automática, a la señora Cristina.
A la mayoría de los peronistas consultados, la señora Cristina les disgusta.
Conste que en el Chaco, en el 2003, Carlos Menem se impuso por el 42 por ciento.
La reticencia anticristinista se nota tanto en Resistencia como en el interior de la provincia.
De cada diez «cumpas», son ocho los que preferirían, incluso, no votarla. Nunca.

Osiris Alonso D’Amomio
osiris@jorgeasisdigital.com
para JorgeAsísDigital

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