La excepción Vidal que irrita
A Mauricio y a Marcos, María Eugenia les va a costar mucho más que Gabriela.
Artículos Nacionales
escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
«No se entiende, Mauricio, cuál es tu negocio”, dijo el picador oficial de sesos, único habilitado por la historia para dirigirse así al Señor Presidente.
“Vos hacés el gasto, pagás los costos, pero los reconocimientos se los lleva María Eugenia».
Pero Mauricio, El Ángel Exterminador, también se pica el seso. Solo. Cuando lee, entre los aprietes de Clarín para acelerar la firma demorada, que María Eugenia Vidal, La Chica de Flores de Girondo, tiene 10 puntos más de imagen positiva. Lo confirma la agencia de Seita. La de Aragón. La de Marangoni. De Aurelio e hijos.
(Del mismo modo lo atormentaban a Néstor, El Furia, en 2010, cuando le publicaban con frecuencia que La Doctora medía mejor. 5 más de positiva y 5 menos de negativa. Aunque el candidato iba a ser Néstor. Antes que lo sorprendiera la repentina partida hacia el viaje final).
A Mauricio y a Marcos, María Eugenia les va a costar mucho más que Gabriela, la desplazada que ningunean (y ya no está Nicky Caputo, Ex Co, para defenderla).
La divulgación de la superioridad de María Eugenia en las encuestas llegó a cansarlos. Al Ángel (del seso picado) y al Pibe de Oro, que cuida celosamente los últimos diez metros de acceso al Señor Presidente.
Atribuyen la generosa distribución de los números a Federico Salvai, el Neo Alberto Pérez. Es el Marcos personal de La Chica de Flores.
“¿Adónde quieren llegar los vidalistas?”, se pregunta la Garganta. “Tienen que pararla”.
La Gobernadora es la principal afectada por la infantil idea de lanzar prematuramente la triple reelección. Junto a Horacio Rodríguez Larreta, El Geniol, en el Maxi Quiosco del Artificio Autónomo, y el Ángel, otra vez para la presidencia. Porque la sociedad, aunque no acierte ni emboque, reclama el sacrificio de su permanencia. Para que la República no naufrague y se evite el regreso vengativo del populismo.
Pero seis años más en la provincia inviable pueden fácilmente diluir el caudal político de La Gobernadora. Liquidarlo.
“¿De qué caudal hablan? Es el poder prestado por Mauricio. Facilitado”, confirma el categórico picador.
Además del encanto del carisma, La Chica de Flores cuenta con 40 mil millones de pesos más para este año. Y con 60 mil palos para el próximo.
“Se los consiguió Mauricio. No fue Salvai ni Ritondo”.
Monedas para perforar la provincia con excavadoras, hierro, cemento, polvo de ladrillos y puestos de trabajo.
En la práctica, María Eugenia es el pilar jónico fundamental sobre el que se apoya la reelección de Mauricio. Por el bien de la República, para vencer definitivamente al nocivo populismo y para no terminar -sobre todo- en las peregrinaciones cotidianas por Comodoro Py, con los rutilantes funcionarios alojados en Marcos Paz. O en Ezeiza.
Heraldos negros
“Son pocos pero son”, escribió César Vallejo en “Los heraldos negros”. Son cuatro, con opción a cinco.
A Marcos lo desacomoda, y hasta lo pone físicamente mal la presencia de La Gobernadora que mide mejor que Mauricio. El que, sinceramente, la protege. Aunque lo supere. Porque lo salva.
Y es precisamente la condición de protegida y preferida lo que termina por desorientar a Marcos, que la siente frágil, vulnerable. Se sabe el preferido público de Mauricio.
Es que La Chica de Flores y El Pibe de Oro compiten, en el fondo, amablemente, por la preferencia de El Ángel Exterminador.
Mientras tanto juntos, Mauricio y Marcos, ya ni siquiera simulan su malestar con El Geniol, quien ya cultiva una agenda nacional y prepara la elevación estratégica de su proyecto.
Ambos, para colmo, sobrestiman el entendimiento de Horacio con La Chica de Flores. Suponen que, más que una amistad inquebrantable, entre ellos subyace el acuerdo político. Concebido desde que ella le atendía el teléfono, le manejaba la agenda y le servía el café.
Téngase en cuenta que el Maxi Quiosco ya proporcionó dos presidentes no peronistas a la patria.
El radical Fernando De la Rúa, El Gran Traicionable, y nuestro antihéroe El Ángel Exterminador, la cabeza del Tercer Gobierno Radical.
Significa que el salto desde el Artificio Autónomo hacia la presidencia es exitosamente probable. Como es históricamente imposible tener suerte con el salto maldito desde la provincia (inviable) de Buenos Aires.
El último en intentar el salto maldito fue Daniel Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol. Pero fue vencido por Mauricio, quien parece haber dado la luz verde para exterminar políticamente a su viejo rival, y ex amigo. Contiene intenciones de desaforarlo a Scioli como si fuera De Vido, y meterlo -si todo le sale bien- en cana.
“Si va preso es por la justicia, que es independiente”, ironiza otra Garganta, mientras soporta -en vano- la risa.
Perversidades
Con legítima paranoia, El Ángel Exterminador intuye que El Geniol le acapara el gobierno.
Porque Mario Quintana, Luz de mis Ojos I, el quinto hombre que crece en importancia, suele reportarse más al Geniol que al Pibe de Oro, que se siente -pobre- como un alambre caído. Sobrepasado en materia de gestión por Luz de mis Ojos I, que se reúne con el Señor Presidente sin convocar a Marcos, y ni siquiera, a veces, avisarle.
El perverso que se divierte espantosamente con las sutilezas del juego de poder es El Ángel Exterminador. Levanta a uno solo para deprimir al otro y viceversa. O se encierra, para rencor súbito de todos, con Emilio Monzó, El Diseñador.
Con inofensiva perversidad el Señor Presidente disfruta. Aunque ya comience a hartarse de la difusión de las encuestas que lo ubican, con frecuencia más perversa aún, en el tercer lugar, detrás de la señora Elisa Carrió, La Demoledora.
Ahora Carrió emprende la tarea titánica de demolerse a sí misma. Desciende entre excesos superlativos que provocan carcajadas insólitas en el ámbito judicial. En especial cuando lo señala al doctor Ricardo Lorenzetti, El Cardenal Richelieu, como jefe virtualmente mafioso de la señora Natacha Jaitt, La Temible Justiciera de Villa Urquiza.
Saltos malditos
“Si Vidal es la candidata a presidente en 2019 desaparecemos”, confirma un mini-gobernador.
La primera persona del plural alude al peronismo. Que desaparecería. O sería absorbido por La Chica de Flores, que hoy es considerada imbatible, al menos hasta que comiencen a entrarle las balas de teflón. Está transformada en la excepción irritante del Colectivo Cambiemos.
Porque es molesto el propósito diferenciador. La Gobernadora no se anexa, por ejemplo, a la pasión antiperonista de Mauricio. Al contrario. Abundan los mini-gobernadores peronistas que aguardan la primera señal para clavar la garrocha en sus distritos, y elevarse hasta aterrizar en el piso 19 del Banco Provincia. Aunque La Gobernadora ya no pueda despachar ahí, por la acción de las huestes de Sergio Palazzo, el dirigente sindical radical que suele brindar lecciones básicas de peronismo clásico.
La excepción Vidal que irrita se confirma cuando, en vísperas del 24 de marzo, recrea un “espacio para la memoria”. Por si no bastara la complementa con un acto, acompañada de la señora Carlotto, La Abuelita.
La excepción Vidal que irrita se transparenta también en la relación privilegiada que mantiene con Francisco, el Papa Estadista, resistido entre las apostasías del Colectivo Cambiemos.
Francisco es el poderoso espiritual que le pone, a Mauricio, el rostro de suegro enojado que perturba la fotografía. Y que trata, con indiferencia y desdén, a Marcos.
Desde que era aquel Cardenal Bergoglio, Francisco cultiva un afecto artesanal por La Chica de Flores. Simpatía que de ningún modo se traslada al Ángel Exterminador.
Sin contar con el esoterismo del salto maldito, seis años más en la provincia destruyen cualquier ambición. Para tranquilidad de Mauricio, de Marcos, y hasta de Horacio. Pero aun nada es seguro.
La economía lo baila a Mauricio hasta marearlo y desconocer dónde demonios está parado. A esta altura no le resulta posible garantizar los 40 puntos en la primera vuelta de 2019. Donde debe evitarse, como sea, el ballotage, para no perder con el eventual desconocido que irrumpa.
Alarma, para concluir, que todavía La Chica de Flores no se haya referido públicamente a su reelección, la idea ajena. Como si no estuviera para nada convencida de la insolencia de la decisión tomada sin consultarla. Y lanzada, con frivolidad, para salir del paso, durante una encerrona puntual, y a los efectos de producir un título efectivo que aluda a la continuidad.
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