Artificio autónomo de la capital
Con Macri, Michetti, Rodríguez Larreta, Solanas (Pacheco), Pérez, Telerman, Filmus, Coscia, Boudou, López Murphy, y la irrupción estelar de Martiniano Benedictini, El Picca.
Consultora Oxímoron
escribe Jorge de Arimetea
sobre informe de Consultora Oximoron,
especial para JorgeAsísDigital
Pese a la altamente probable confirmación del procesamiento, a Mauricio Macri no le entran, mayormente, las balas de teflón.
Al contrario -según informe de Consultora Oxímoron-, la sociedad lo percibe, a Macri, como otra víctima -la principal- de las manipulaciones de Kirchner.
Por considerarlo -Kirchner a Macri-, uno de los fundamentales adversarios estratégicos. Como Reutemann, en el plano interno del peronismo. Y Alfonsín, en las últimas dos semanas.
Basta entonces, para hacerlo crecer (a Macri), o al menos para mantenerse indemne, con la percepción social de los intentos de Kirchner, por perjudicarlo.
Cítase textualmente del informe: «Es Kirchner quien amortigua los defectos de la gestión, las equivocaciones elementales de Macri».
El infortunio de los tribunales aún no es políticamente aprovechado por los numerosos postulantes para sucederlo, a Macri, en el artificio autónomo de la capital.
Mantiene latente, aparte, el eficaz recurso de la impostura presidencial. Los hostigamientos judiciales le facilitan la promoción.
La carencia de una estructura propia, lejos de desalentarlo, se transforma en paradójica ventaja. Es el atributo. La fragilidad partidaria facilita la alianza con la Tarjeta Postal (cliquear).
Téngase en cuenta que la conjunción de los presidenciables, del Peronismo Federal, decidió presentar un candidato único. Para el 2011, que se viene encima.
La Tarjeta Postal es positivamente útil, ante todo, para marcar la agenda. A los efectos de justificar las indecisiones individuales de sus integrantes. Permite hacer tiempo hasta el final del año. En la Argentina equivale a decir: hasta marzo.
A valores de hoy, de los habitantes de la Tarjeta Postal (los Rodríguez Saa, Solá, Romero, Puerta, Busti, Reutemann, Duhalde), y de los suscriptores del documento, pero reticentes para posar (Das Neves, Narváez), sólo Eduardo Duhalde, para Consultora Oximoron, puede ser tomado, a esta altura, en tanto candidato, con atisbos creíbles de racionalidad (confirman las Gargantas que Duhalde aspiraría a llevar, como acompañante, al espejismo de Reutemann).
Ticket etnocéntrico
Significa que la alianza natural, la que debiera estimular Macri, es -para Oximoron- con Duhalde. Y viceversa.
En marzo del 2011, El Elegido será aquel que «mida mejor». Por lo tanto, ni se asegura ni descarta que El Elegido pueda ser Macri. Aunque no se trate de ningún peronista congénito.
Pero se insiste que, a valores de hoy, a quien no debe descartarse para disputar la presidencia es a Duhalde. El Piloto de Tormentas (generadas).
Por más que la economía registre la carencia de riesgo, la inexistencia de «ninguna tormenta en el horizonte». Circunstancia indispensable (la tormenta) para el crecimiento del proyecto político del Piloto.
De ser Duhalde, nomás, el presidenciable, habría que reservarlo, a Macri, para asegurar la idea de la continuidad en el artificio autónomo.
Si es que se concilia, además, con Narváez, el reticente que se diluye, para «Buenos Aires, la provincia inviable» (cliquear) (Entre la sucesión escalonada de sus arrepentimientos, Narváez avanza, además, en la perspectiva ilusoria de la apetencia presidencial. Intelectualmente comandada, en la actualidad, según nuestras fuentes, por el jurista inspirado que suele motivarlo, desde el estudio de la avenida Belgrano).
El «ticket etnocéntrico» Duhalde (nación), Macri (artificio), Narváez (provincia inviable) puede presentarse como el horizonte ideal. Para la oposición pro-peronista hacia Kirchner. Aunque la escuadra facilite el acceso al poder de la tercera fuerza. Es la que conforma el radicalismo recuperado (Cobos, Alfonsín), con los socialistas de la estación (Binner). A los que debiera anexarse, para arrimarse con convicción a los cargos, la imprevisibilidad de Carrió.
De la prospectiva conjetural de Oximoron queda afuera la considerable marginalidad que representa Fernando Solanas (Pacheco). El universitarismo de izquierda debería -a juicio de la Consultora-, concentrarse en la conquista del Artificio Autónomo. La Capital.
Regreso de López Murphy
Macri, en el oficialismo pro-metropolitano, es el único que podría garantizar el control del presupuesto de la ciudad. Para algarabía del continuismo de la cultura Kaká (o sea Kalcaterra y Kaputo).
Los que aspiran a suceder a Mauricio son los herederos naturalmente obvios del estilo pro. La señora Gabriela Michetti, en primer lugar. Es la abnegada del renunciamiento, que podría haberlo heredado, muy pronto, a Macri (como Telerman a Ibarra, pero con rigurosa cordialidad). Viene acompañada -Michetti-, en apariencia, por el farol de Santilli, el peronista cultural.
El otro postulante eterno es Horacio Rodríguez Larreta. Líder carismático de infatuado predicamento en Villa Soldatti y -sobre todo-, en Villa Pueyrredón.
Sin embargo «Horacito», hasta hoy, según nuestras fuentes, sólo consigue el insuficiente apoyo moral del popular Alfredo Odorisio. Pero porque fue «un gran amigo de su padre».
Si se mantiene el entendimiento anunciado, entre la Tarjeta Postal (el Peronismo Federal), y las liviandades estructurales del PRO, tampoco debería descartarse las alucinaciones de Duhalde. Como las que suele depositar en Martín Redrado.
Otra suerte que tiene el PRO, para conservar los números del artificio, es la pereza para la gestión de dos referentes sustanciales en el distrito. Tanto el dirigente universitario Solanas (Pacheco), como la señora Elisa Carrió, la Lideresa de La Nada, prefieren ensayar las interpretaciones dramáticas en los ámbitos televisivos. Faena más redituable que arriesgarse a las ingratitudes cotidianas que produce el aburrimiento del poder.
Felizmente, ya ni Carrió, ni Ricardo López Murphy, optan por promover como alcalde a la señora Patricia Bullrich Luro Pueyrredón. La coincidencia, aquí, es positiva.
La Lideresa de la Nada -Carrió- decide promover, para comandar el Artificio Autónomo, a Adrián Pérez. Es -Pérez- una especie de Jean Paul Belmondo, pero en versión pobre.
Por su parte, Solanas (Pacheco) difícilmente pueda reiterar los sufragios obtenidos en el protestatario 2009. Menos aún con la muleta presentación de Claudio Lozano. Es un economista -Lozano- lo suficientemente astuto. Como para preferir adherirse a la tranquilidad protagónica que le asegura, siempre, la banca.
En cambio, López Murphy, aquel Gato que supo presentarse como Bull Dog, decide, tardíamente, ser el candidato. Pero cinco años después. Movilizado por un anti-macrismo inconveniente que lo atenúa.
Es López Murphy, con Macri, probablemente víctima de la misma pasión antikirchnerista de Duhalde.
Brota la ambición justo cuando se quedó -López Murphy- sin partido. Otro Bullrich, Esteban, democráticamente, se lo sopló.
Después de todo es una suerte que López Murphy mantenga la identidad radical que le posibilita el romanticismo del regreso. Sobre todo cuando la reestructurada Unión Cívica Radical carece de algún elemento presentable que pueda deslumbrar a algún socialdemócrata bien intencionado. Cuesta conseguir la erección de algún militante, o de un ciudadano normalmente independiente, con Facundito Suárez Lastra. Con la evocación académica del internacionalista Dante Caputo. O con la corrección del recatado Gil Lavedra.
Infortunadamente, a los radicales ya tampoco les quedan, al menos en el distrito, más viejos ilustres por morirse. El fenómeno de la necrofilia facilita la promoción de los hijos postergados.
Peronismo de Consorcio
Lo más divertido, siempre, en el Artificio Autónomo, lo brinda el peronismo porteño. Donde la última vez que ganó fue gracias a la coincidencia histórica con un riojano. Erman González, el evocable «negro» que accedió, a las puertas de la posteridad, por aquel triunfo de 1993. Y por la evocación de los boleros que entonaba para encandilar a las sexagenarias melancólicas.
La superstición es controlada, en la actualidad, por el Peronismo de Consorcio. Llamado afectuosamente así, por el predominio que mantiene, en el distrito, la dinastía de los Santamaría. Es -Santamaría- el kirchnerista que gerencia el gremio de los Encargados de Edificios.
Hoy Kirchner-Olmos-Santamaría vacilan entre los dos créditos consagrados por la Colonia Zumerland. Los antiguos camaradas Jorge Telerman, del quinto b, y Daniel Filmus, del segundo a.
Es improbable que pueda insistirse con el camarada Carlos Heller, del séptimo c, en contrafrente, que se niega a ser calificado como otro exponente de la Colonia. O que pueda barajarse la «losa radiante» de Rafael Bielsa, que mantiene excelente relación con los consorcistas. Puede anticiparse la persistencia de otros aspirantes a inquilinos, que decidieron ubicarse en los edificios controlados por el Peronismo de Consorcio. Jorge Coscia, uno de los que resultó favorecido por «La kermesse del 25» (cliquear). Y el extremadamente audaz Amado Boudou, que hasta supo enojarse, según nuestras fuentes, cuando vio que salía, de la residencia de Olivos, el camarada Telerman.
El Tapado. Picca
A propósito, y para terminar, Bielsa se reserva, en todo caso, para perder de nuevo en Santa Fe. La pasión estética por la derrota contiene el riesgo de ser inagotable. Pero improbablemente Bielsa, como Eduardo Valdés, dejen de apoyar al «Tapado». Al que amenaza con lanzar la postulación a través de una «fiesta monstruo». Para «cincuenta mil personas, y quedarse con todo».
Es el acaudalado empresario Martiniano Benedictini, El Picca. Otro crédito del Portal. Consagrado, aquí, como El Pensador de la Toscana.
Picca es el autor de los opus memorables. Como aquel clásico «Ladris, testas y canutos», que ya es traducido a varios idiomas. O el vibrante «Copulaciones tardías», donde Picca demuestra que el problema principal de nuestros dirigentes es que comenzaron a «copular muy tarde». Aunque «roban desde que estaban en el Moisés».
El último opus de Picca, intitulado «El proyecto nacional es el choreo», es devastador.
De formación radical, corruptólogo vocacional, el sarcástico Picca es un libre provocador. Un tirador franco. Pragmático para los negocios que incrementan la incalculable fortuna que suele exhibir, y asegura que la puede justificar. Es la base de otro opus en formación, donde Picca -a través de la existencia del ruso muerto, al que llamaba El Talibán- propone la inutilidad del «canuto», que siempre «se lo quedan los suizos, o los uruguayos», y esgrime la conveniencia de «gastarla».
Conste que, aún antes de lanzarse, Picca -mientras asegura a los gritos que pone la de él-, ya adquirió dos o tres partidos para la ocasión. Los que se encontraban de oferta. En condiciones legales para encarar la transformación que «la ciudad, y la sociedad -según Picca- necesita».
Jorge de Arimetea
para JorgeAsísDigital
Relacionados
Caos básico, bolilla uno
Una operación casi infantil para facilitar la rigidez del esquema que confronta.
El nuevo Macri (con fluor)
El macrismo, como movimiento, ya tiene incuestionable presencia nacional. Con otro envase, para seducir al consumidor.
Lo menos malo y lo peor
Macri es “lo menos malo”. Valor piadosamente insuficiente ante la inmanencia de “lo peor”. El retorno del populismo.