La ventaja de haber sido el primer aliado
Cuando el Panelista estaba casi sin aire, con un tuit del Tío Scott Bessent lo salvó del abismo.
Cuando el Panelista estaba casi sin aire, con un tuit del Tío Scott Bessent lo salvó del abismo.
Consta que la derecha jamás se atrevió a tanto. Plena exaltación del cipayismo explícito.
Como si Dios fuera el tercer cruzado que milita la similar batalla cultural de Trump y de Milei.
Milei es el máximo y probablemente único aliado que tiene en el sur del continente.
Bibi arrastra al Imperio en la destrucción de su causa, aunque transformada, por pura presión, otra vez, en epidemia global.
¿Y si de pronto hay que devolverle a La Doctora la banda, como a Lula?
Estados Unidos de Trump se comporta como si la Argentina de Milei valiera la pena. El riesgo estético es político.
La realidad se sumerge en la ceguera del descontrol. Las variables, como los rencores, se dispararon.
Argentina se encuentra en el primer plano del reaccionarismo brutal de vanguardia.
Argentina, un sentimiento, en quiebra permanente, excedido en la tendencia hacia el default serial.
“No tiene sentido negociar, León, el electorado ya nos pertenece”.
Es el emblema del poder real que sostiene la ilusión libertaria.
El Poder del G20 cotiza mejor que el “ilusionismo socializante” de la ONU. Estilo multilateral a la carta.
La justicia argentina tampoco se queda atrás en el vasallaje del ridículo. ¿Y si les vuelve a ganar?