Las elecciones más tóxicas de la historia
Desde el 14 de agosto al 10 de diciembre se perfila una eternidad de tinieblas.
Desde el 14 de agosto al 10 de diciembre se perfila una eternidad de tinieblas.
Si Sergio Massa, El Profesional, logra domar parcialmente el potro salvaje de la inflación, es el candidato.
Presidenciables se lanzan para facilitar el objetivo de alcanzar la vicepresidencia.
Por la prueba de amor Alberto se reconcilia con La Doctora y elimina a Trotsky como factor de irritación.
Con el que pierde no existen contemplaciones. Se le revisa minuciosamente hasta la última factura de restaurante.
Mauricio complementó desde China la ofensiva contra Massa que la señora Carrió ya había comenzado en Buenos Aires.
Consumido ya un sexto del mandato, el TGR se desgasta en alarmantes chambonadas. Derivaciones casi adolescentes de la mala praxis.
Es el Método Puzo aplicado a la estrategia electoral. Consiste en dividir el espectro opositor en infinitas parcelas.
Mauricio, o el macricaputismo, ofrece muchas más oportunidades que Daniel.
La adversidad lo excede a Daniel. Casi tanto como lo excede la traición de los "muchachos peronistas".
La sociedad sensible de decepción fácil hoy insulta a los kirchneristas, como en su momento insultaba a los menemistas.
Como en 2003, el segundo pasa a ser el primero. El macricaputismo pasa de la desesperación a la euforia.
Aníbal fue derrotado y hoy es Scioli el general Quiroga que va "al muere". Al sacrificio. Entregado a Macri.
Ahora es el peronismo (agotado, sin ideas ni jefe) el que se lamenta sobre la leche derramada.