La espera tensa de la piña
Los multiplicados fragmentos del peronismo se preparan para el trago espeso de cicuta de la segunda ronda.
Los multiplicados fragmentos del peronismo se preparan para el trago espeso de cicuta de la segunda ronda.
En el primer partido de septiembre fue plebiscitado de manera contranatural. Y con profundidad.
Ocurrió en la Argentina irreal. Una metáfora pasional que contiene el atributo sublime del ridículo.
El Poeta Impopular planteaba las PASO como un plebiscito hacia su gestión. Como si (la gestión) hubiera ocurrido.
Desde 2007, dos figuras fuertes reflejan la débil monotonía.
El superministerio de Economía se planifica a la medida política de Massa. El de Trabajo y Seguridad Social, para Máximo.
Entre dos opciones. Confronta El Trozo de Nada (Frente de Todos) y la Insustancialidad Políticamente Organizada (Juntos por el Cambio).
Neoliberales y populistas se encuentran unificados por el destino común. América Latina, fatalmente resignada al mito del eterno retorno.
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Al fin y al cabo, presidente puede ser cualquiera. Es joda.
El bipartidismo fragmentado sigue vigente. El Justicialismo, detrás del Frente de Todos. El Radicalismo, detrás de Juntos por el Cambio.
La autonomía del Artificio, el Maxikiosco, está garantizada.
¡Padre del aula, Geniol inmortal! ¡Gloria y loor!
Con la peste le fue mal. Con la cuarentena, peor. No sorprende el despelote del plan vacunatorio. O su falta.
De la Casa Rosada se sale, en general, para sortear el riesgo de la cárcel.
Impunidad y lawfare. Dos puntas del segmento que marca la magnitud de la confrontación.