Kirchner, Mc Luhan y Clarín
El mensaje del medio es inapelablemente demoledor.
El Asís cultural
escribe Carolina Mantegari
Editora del AsisCultural, especial
para JorgeAsísDigital
«El medio es el mensaje». Lo sentenciaba Marshal Mc Luhan, antes de transformarse en un lugar común de la mediología.
Es -Mc Luhan- el estudioso canadiense, que teorizó a partir de ingeniosas obviedades.
Si «el medio es caliente», de penetración masiva entre las sustanciales capas medias -como el diario Clarín-, el mensaje debe ser atendible. Por lo temible.
Sobre todo si -para los Kirchner-, el mensaje contiene la sentencia categórica de la extremaunción.
Es la existencia del Plan B, que contempla, según Clarín, el adelantamiento de las elecciones presidenciales. Corolario de la eventual derrota electoral, del próximo 28 de junio, en la decisiva provincia de Buenos Aires. Derrota notable en las encuestas y en los medios. Más que en los territorios.
El mensaje del medio, en porteño académico, puede traducirse:
«La derrota es una boleta previsible. Perdieron. Fueron».
Desmentidas
La desesperación de las desmentidas suele multiplicar el efecto devastador del mensaje. Hasta el infinito. Lo sentencia Oberdán Rocamora.
Es -Rocamora- el Redactor Estrella del JorgeAsísDigital, que tiene tanto derecho para teorizar con obviedades. Como Mc Luhan.
El licenciado Mariotto, titular del Comfer, es conocido por no cumplir nunca con los acuerdos que él mismo propone. Por temor a que El Furioso se enardezca, y lo despida.
Es -Gabriel Mariotto- el mascarón de proa que exhibe Kirchner. Para atemorizar, en solemnes mesas redondas, con los efluvios orales de la flamante Ley de Radiodifusión. La cual sería, incluso, hasta necesaria. De no presentarla, apenas, como un acto de presión provocativa, en la guerrita personal que Kirchner encara contra Clarín. El medio, el Grupo, que oportunamente tanto colaboró para gestar la hegemonía de Kirchner, imbatiblemente ficticia. Hoy perdida.
Además, mientras se pavonea, Mariotto suele jactarse, según nuestras fuentes, de haberse emancipado del atribulado Albistur, alias El Pepe. Y hasta de Scoccimarro, alias El Corcho, el discípulo entrañable, que aprendió el oficio de Carlitos Kikuchi, alias El Chino.
Lo cierto es que Mariotto debió leer suficientes contratapas como para atreverse a recomendar, a los altos funcionarios -como Randazzo y el Aníbal-, acerca de la magnitud de otra sentencia básicamente clásica. Que se enseña hasta en TEA. Indica que:
«Desmentir es informar dos veces».
Descártase entonces que, por la instrucción de El Furioso, que es quien manda, las desmentidas de Randazzo y de Scioli sirvan, en este caso, para algo.
Sólo resultan útiles para complementar la virulencia del mensaje, que el batallón de desmentidores oficiales termina por instalar. Hasta legitimar que, a esta altura, en cualquier estación de servicio se trate la problemática de la anticipación electoral.
Ni «medios fríos» ni «medios calientes». Simplemente ineficaces.
Mensajeros
Quién habló del adelantamiento, en principio, fue el mensajero Rosendo Fraga. Dos meses antes que el sempiterno periodista deportivo Eduardo Van Der Kooy.
Es -Van der Kooy- el mensajero del pensamiento mayorista que supo heredar, en Clarín, la canonjía abandonada, en su momento, por Joaquín Morales Solá.
Es -Morales Solá- el tucumano canónico, que baja los mensajes, y hasta la línea, desde La Nación. Es -La Nación- el medio utilizado, para Kirchner, como punta de lanza. A los efectos de lanzar los mensajes, como dardos venenosamente entrecruzados, que dispone Clarín.
Fraga, en cambio, supo pontificar sobre la conjetura del adelantamiento. En el templo dominical del profesor Grondona.
(Cabe consignar que la televisión de Grondona, para Mc Luhan, es un «medio frío»).
Según Fraga, un resultado electoralmente desfavorable, para el gobierno, en las legislativas adelantadas de junio, podía anticipar las presidenciales. Para octubre del 2009.
Sin embargo no salió a desmentirlo, a Fraga, ni siquiera un miserable secretario de estado. Porque el mensaje del medio -el Canal 26, del desconcertante Beto Pierri- aún distaba de merecer las desmentidas. Multiplicadoras del efecto, en efecto, del mensaje.
Menos aún, ningún subsecretario, ningún director general de la línea, ni siquiera ningún asesor de tercer nivel, iba a desmentir a nuestro Portal de vanguardia. Donde, reiteradamente, se aludió al «jubileo de los adelantamientos».
En «La Lideresa» (cliquear) se afirma, incluso, que la señora Carrió se prepara para una elección presidencial anticipada. A más tardar, para «marzo del 2010».
(El sistema informático del JorgeAsísDigital también es propio de un «medio frío»).
Gracias a la osadía dominguera de Clarín, Carrió confirma que el Portal estaba en lo cierto. Aunque La Lideresa señale que contempla la hipótesis del adelantamiento, sólo para respaldar al medio que verdaderamente interesa. Independientemente de la categoría de los mensajes. Tanto a los héroes irreconocidos del oficialismo. Como a los abnegados unánimes de la oposición.
La calentura del Grupo Clarín.
Es «la extensión de nuestro cuerpo», diría Mc Luhan.
Idea de Mc Luhan donada al inflamado Mariotto. A los efectos de inspirarlo para la próxima disertación antimonopólica.
Conspiraciones
En el imaginario kirchnerista, Clarín viene asociado, conspirativamente, a Techint.
Clarín y Techint, juntos, siembran las macetas del derrocamiento. Arrastran -en la interpretación kirchnerista-, a la mayoritaria legión de argentinos aventurados que afirman, aún, ser vocacionalmente empresarios. Industriales, al menos retóricos, de la UIA. Carne -a lo sumo- de Pymes. Los que se anexan, algo tarde, a la rebeldía ligeramente conmovedora de los productores agropecuarios, que se encuentran en pose de combate. Con la boina mediática, impecablemente producidos, a la espera de las cámaras de televisión. Con el patrocinio espiritual -para el mismo imaginario- de El Compañero Cardenal.
Aunque los Kirchner, de las elecciones legislativas, salgan en mejor situación de la que ellos imaginan, igualmente pierden. En las encuestas y en los medios. Pierden aquello que inútilmente pueden ganar en la numerología del territorio. La provincia de Buenos Aires, la que más estratégicamente importa. La única.
El mensaje es, entonces, más que preocupante. El mensaje produce una situación límite. Por el medio.
Al fundirse -como afirmaba Mc Luhan-, con el medio, el mensaje caliente de Clarín es perversamente demoledor.
Implica -el mensaje- una emblemática picada de boleto. Para el viaje, tan solo, de ida. Trayecto corto y final, sin posibilidad de retorno.
Indica -el mensaje del medio- que perdieron. Fueron.
Carolina Mantegari
para JorgeAsísDigital
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