Gana Mc Cain

escribe Medea Lobotrico-Powell
Conocimiento Alternativo, especial para JorgeAsísDigital

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Al Señor Director, Jorge Asís:

Gana el ticket «Mc Cain-Palin»

Podré entender si tiene reticencias para publicar el resumen del estudio que me fuera encargado, y que le remito. Trata de las elecciones en los Estados Unidos, del próximo 4 de noviembre.
Mientras la totalidad de los encuestadores científicamente calificados, aseguran el triunfo irremediable del gran candidato fuertemente innovador, Barack Obama, por nunca menos de ocho puntos, desde la astrología china puede arriesgarse que el ganador va a ser el tranquilamente previsible John Mc Cain.
Aunque explicablemente decida no difundirlo, señor Director, le sugiero que disponga de algunos minutos para la lectura del informe. Así sea para descartar las fundamentaciones.
Suyo,
Medea Lobotrico-Powell
Antibes, 27 de octubre de 2008

Lo previo

Égida de Escorpio, Año de la Rata de Tierra.
Después de 16 años continuados de presidentes Perros (Clinton y Bush jr.), una Rata (Mc Cain) y un Búfalo (Obama), pugnan por convertirse en el presidente número 44 de los Estados Unidos. El país Mono de Fuego, y de Cáncer, del 4 de julio de 1776.

Desde 1992, los norteamericanos vienen gobernados por dos Perros de Fuego, de 1946.
El número 42, el demócrata William Jefferson Clinton, del 19 de agosto. Un Leonino que presidió hasta el 2000. Y desde entonces el número 43, el republicano George Walker Bush. Cáncer, del 6 de julio.
El desfalleciente Perro Bush, par del 46, en adelante puede ser convenientemente sucedido por otro par. También republicano, John Sidney Mc Cain, del 36 (29 de agosto). Una Rata de Fuego, y de Virgo. O por un postulante impar, el favorito para la encuestología. El demócrata Barack Hussein Obama, del 61. Búfalo de Metal, del 4 de agosto. Leonino, como Bill Clinton.

Desde el republicano Ronald Reagan, el número 40 (Chancho de Metal de1911), que los Estados Unidos no tienen un presidente impar.
Aparte, tanto el predecesor de Reagan, el demócrata James Carter, el número 39, como el sucesor, George Herbert Bush (padre), el número 41, son Ratas de Madera. Ratas longevas, de 1924.
Una característica de la Rata consiste en su extraordinaria capacidad para la sobrevivencia. Base de la longevidad. Significa que no deben preocupar los 72 años de la Rata Mc Cain. Quien tiene un cuarto de siglo más de vida que su rival. El Búfalo Obama tiene 47 años.

El último presidente Búfalo, de la Unión, fue el número 38. Gerald Ford. Un olvidable Búfalo de Agua, de 1913.
Vaya un último dato para registrar una curiosa coincidencia innecesaria. Cuando ambos postulantes nacieron, los Estados Unidos estaban gobernados por sendas Serpientes.
Con Obama, en el 61, presidía el número 35, John Fitzgerald Kennedy, Serpiente de Fuego, de 1917.
Con Mc Cain, en el 36, presidía el número 32, Franklyn Delano Roosevelt, Serpiente de Metal (de enero de 1882).

La Rata y el Búfalo

La Rata anima el Triángulo de la Acción. Junto a sus aliados naturales, el Mono (la identidad de los Estados Unidos), y el Dragón.
En el año de la Rata, la Rata Mc Cain se encuentra ostensiblemente mejor aspectada que el Búfalo Obama.
Conste que al Búfalo Obama, en el Año de la Rata, tampoco le va nada mal. Y menos aún en la antesala del Año del Búfalo, que comienza exactamente el 26 de enero del 2009. Apenas seis días después de la ceremonia del cambio de mando.
Al contrario de los pronósticos cientificistas, los que descuentan la victoria del Búfalo Obama, es altamente probable que el 4 de noviembre se produzca la ajustadamente sorpresiva victoria de la Rata Mc Cain.
De todos modos, el Búfalo Obama emerge, igualmente, como la figura política más resonante del 2009 (Año del Búfalo). Pero desde la grandeza ilusoriamente colaboracionista de la oposición. Porque de acuerdo al impacto de esta evaluación, la Casa Blanca va a ser ocupada por la Rata Mc Cain.

La revolución insuficiente

De por sí, Obama encarna una revolución insuficiente. Excede la negritud anecdóticamente parcial de su piel. Pero el color lo convierte en el primer protagonista, el más espectacular, de la compulsa.
Sin embargo, la revolución insuficiente de Obama no alcanza para conmover los pilares prejuiciosos del conservadurismo americano. A pesar del colectivo optimismo de las encuestas, en penúltima instancia, la sociedad es, a nuestro criterio, más proclive a inclinarse por la previsibilidad de Mc Cain.

Diferencias de vices

La diferencia, en materia astrológica, la marcan las sustanciales aportaciones de los compañeros de fórmula.
Sin el menor asesoramiento en la especialidad, justamente en las elecciones a celebrarse en el Año de la Rata, el Búfalo Obama decide presentarse, inadmisiblemente, junto a un Caballo.
Téngase en cuenta que el Caballo es el antagónico natural de la Rata.
Joseph Biden es un Caballo de Agua, del 42. Con la leve ventaja de ser del último día de Escorpio (20 de noviembre).
Al Caballo Biden se le brinda la mayor oportunidad política de su carrera, pero en uno de sus momentos precisamente más vulnerables, por su condición de Caballo. Debe poner la totalidad de sus fichas a favor de su identidad de Escorpio.
El aporte de Biden lo brinda el conocimiento medular de la política exterior. En una realidad infectada de coyuntura interna, la materia resulta intrascendente para Obama.
Se trata de un momento en que la mayoritaria sociedad americana, aquella que supo ser calificada de silenciosa, se encuentra angustiada por los dramones laberínticos de la patética cotidianeidad.
En un rubro tan decisivo, como el de la vida vulgar, ordinariamente cotidiana, la señora Sarah Palin aporta una aspectación superior, a favor del postulante que enriquece, Mc Cain.
Por su pintoresquismo multiplicado, la arbitraria Sarah Palin, después de Obama, se convirtió en la segunda figura estelar de esta elección, enmarcada en un clima acotado por la vigencia del pánico. Por la caótica noción de la incertidumbre.
Palin merece un estudio personalizado. Ella es Gato de Agua, del 11 de febrero de 1964. Una acuariana que se ubica en la frontera del Dragón de Madera.
Palin aparenta ser un furiosamente virtuoso Dragón, pero es un Gato. Refinadamente inteligente, astuto manejador, ambiciosamente perverso.
Resulta sustancial, el Gato Palin, para transformar, a la Rata Mc Cain, en el presidente número 44 de los Estados Unidos. Es Mc Cain el candidato menos interesante, pero simultáneamente se impone como el más confiable. Sobre todo para los prejuicios culturales de una sociedad aterrorizada. La cual, en el tramo final de la campaña, y casi sigilosamente, se dispone a ilustrar al mundo acerca de la insuficiencia de la revolución majestuosa que encarna Obama, aunque sea, hasta hoy, el favorito.

Medea Lobotrico-Powell
para JorgeAsísDigital

(con la colaboración, desde Washington, de Gilbert Villegas).

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