Boca: Macri vs. La Cámpora

escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital

«Boca no se escribe Boka. Es Boca sin K».
Trátase del boceto para un cartelón que Daniel Angelici, El Tano, el radical del PRO, planifica pegar en la ciudad.

Al clausurarse el ciclo de la «paz tibia» entre Cristina, la Presidente, y Mauricio Macri, el Jefe del Artificio Autónomo, se asiste al traslado del escenario de la batalla política. Hoy se concentra en el «Mundo Boca».

Cristina dispuso que Boca no sea para Mauricio Macri.
Significa que deben aglutinarse las fuerzas alrededor de Jorge Amor Ameal. Es el presidente actual. El «caballo del comisario», para enfrentarlo a Angelici. Es el empresario del juego, tildado como «el hombre de Macri».
Según las encuestas, Angelici es el favorito. En realidad, hasta el cierre de este despacho, lo era.
Consultora Oximoron le atribuye una intención de voto de 37 puntos. Pero, repentinamente, aumenta la programada adhesión hacia Amor Ameal. Por el empuje del cristinismo, pero sobre todo -debe aceptarse- por la extraordinaria bonanza deportiva. Con el campeonato servido, literalmente sin escoltas.
Amor Ameal ya merodea -para Oximoron- los 22 puntos.
Aunque la matemática no sea fácilmente adaptable, si se le suman a Amor Ameal los porotos de Roberto Digón -entre 10 y 12-, sólo falta conseguir, en adelante, el renunciamiento de José Beraldi, el poderoso empresario del transporte.

El renunciamiento

A esta altura, para Beraldi, no resulta simple bajarse. Es más que un retroceso. Huele a capitulación.
Pero Beraldi, según nuestras fuentes, ya se bajó. En realidad, para la hinchada, lo bajaron.

«Tenés que dejarla pasar», cuenta la Garganta que le habrían dicho. Desde «arriba». Mensaje celestial.
«Esperá la próxima. Este es el turno de Jorge (por Ameal)».

Algunos insinúan otra presión, indemostrablemente superior, para persuadirlo.
«Hay mil quinientas familias que dependen de vos. No podés jugártelas por Boca».

Sólo falta comunicar oficialmente el «histórico renunciamiento» de Beraldi. Resolver algunos detalles del armado. Del reparto. Atenuar las exigencias de Digón (al que se le asigna la relación con la AFA). Y conseguir, en fin, los lugares para determinados apoyos dignos de Beraldi.
Pero las listas no son elásticas. Caben 30. Con boquenses de suficiente solvencia como para responder, ante la adversidad, con sus patrimonios personales.

La cruzada anti macrista

Para Amor Ameal ya salieron a operar bosteros de la dimensión de Florencio Randazzo. El ministro del Interior tiene, según nuestras fuentes, una excelente relación con Angelici.
Sin embargo, la condición de ideólogo, de jefe operacional de de la movida, se la atribuyen, cuando no, a Carlos Zanini. Es El Ñoño, ya más conocido como «El López Rega sin Magia».
También opera El Abalito, alias Abal Medina, para la causa anti macrista. Y los pendex infatuados de La Cámpora.
Resulta explicable entonces el deslizamiento de la bandera, desde la tribuna de la barra brava de Mauro, con el rostro del extinto Néstor Kirchner, El Furia. Aunque el pobre Furia haya sido un sufriente hincha de Racing.

A los efectos de movilizar la indignación del bostero silencioso, en el bastión del angelicismo macrista, suele acentuarse la preponderancia de los pendex de La Cámpora. La ascendente Agencia de Colocaciones aporta militantes, para la cruzada, de la magnitud del diputado Cabandié. Pero debe agregarse, también, a El Recaldito, el titular de la catastrófica Aerolíneas Argentinas. Y sobre todo al Amealito, que se desempeña en la Secretaría de Derechos Humanos, ámbito donde despacha Eduardo Duhalde, El Bueno, anzorreguista de relativa izquierda.

Lo gravitante es que la politización, en el Mundo Boca, se nacionalizó totalmente.
Admite, incluso, el reduccionismo de Macri vs La Cámpora.

El último domingo, para celebrar los goles de Blandi, se los vio, juntos, en La Bombonera, a los amigos Macri y Angelici. En pleno proselitismo.
Trascienden, aparte, las tradicionales vacilaciones del PRO. Brotan voluntades para bajarlo, otra vez, a Macri. Sacarlo también de esta «pelea innecesaria».
Así como consiguieron valientemente preservarlo, al bajarlo de la candidatura presidencial, ya aparecen los Durán Barba que quieren que Macri también se aleje de esta batalla.
Pero a esta altura, Macri no puede convertirse en un profesional para borrarse. Ya no puede dejarlo en banda a un jugador fuerte, como Angelici. Sin otra alternativa, tendrá que ir al frente y pelear.

Oberdán Rocamora
para JorgeAsisDigital.Com

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