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Arrugues de barrera

Reutemann, Macri, Sanz, Cobos, Solanas, Massa. Ola de respeto hacia Alfonsín, El Menoscabado.

Jorge Asis - 18 de mayo 2011

Artículos Nacionales

Arrugues de barreraEl último que está por arrugar es Sergio Massa. Prosigue con las vueltas, en la incierta rotonda del Cruce Etcheverry. Sin tomar ninguno de «Los caminos de Massa» (cliquear).
Ni el camino de la interna anunciada contra Scioli -el Líder de la Línea Aire y Sol- para gobernador. Ni el camino de «la colectora», también para gobernador, «lista de adhesión» rechazada por Cristina (con influencia de Boudou). Ni los caminos alucinantes de la presi, o la vicepresidencia.
Después de los amagues, Massa va a (tratar de) mantenerse en el mismo sitio. En el Tigre. Donde amaga con enfrentarlo el menor de los Scioli. Nicolás.
Massa se embaló con hacerle la interna a Mancusso cuando fue a visitarlo a Bocota Viviani, el Al Capone de los taxistas.
Viviani se embaló también con Massita y salió a bocotearlo, al día siguiente, por las radios. Ver «Peronismo parea obsesivos» (cliquear).
Por la repercusión, se asustaron los dos, Massa y Viviani. En realidad los tres. Porque hubo otro gran asustado. Moyano.
Al pobre Moyano, en el acoso, hoy se le atreve, de pronto, cualquier gil.

Entonces Moyano salió precipitadamente a apoyarlo a Scioli (conste que Viviani, sin Moyano, vale lo que un dólar celeste).
En su arrugue de barrera, Massa tiene que bajarse. Desde donde quiso subirse, pero nunca se subió.
Por suerte, en su caso, sin bailar, al estilo Macri. Por la frenética pasión por la danza, a lo Fred Astaire, con Ginger Rogers. Complementados con los festivos globitos de colores. Ver «Gilda, Macri y Glenn Ford» (cliquear).

El Menoscabado del melatol

El arrugue de barrera caracteriza, en la triste actualidad sin arrojo, la víspera electoral.
Por el escueto atributo de no haber aún arrugado, florece un previsible respeto hacia la «Clonación Transformadora» (cliquear).
A Ricardo Alfonsín. El Menoscabado que los duerme (con melatol, de venta libre en farmacias).
En principio, El Menoscabado distribuyó el melatol entre los emblemáticos amigos de su padre. El Trío que componen Nosiglia, Moreau y Storani.
Habilita a afirmar que El Menoscabado, para arrancar, lo venció a don Raúl, su padre. Aunque en la teatralidad lo imite. Y decida inspirarse con las vibraciones, misteriosamente ocultas, de los trajes heredados del extinto.

Arrugues de barreraDespués, con otro melatol, El Menoscabado lo durmió a Cobos, Rey (destronado) de las Encuestas. El favorito numerológico, entre el 2008 y 2010.
Para desdicha de los radicales calculadores que lo perdonaron, el vicepresidente de Cristina (Cobos) amagaba con la presidencia. Hasta protagonizar otro clásico arrugue de barrera. Aún tomado por los efectos residuales del melatol, hoy Cobos vacila ante una diputación.
Al último que El Menoscabado durmió, con el mismo recurso del melatol, fue a «Sanz, la esperanza blanca» (cliquear).
Pronto Sanz iba a ingresar en la somnolencia profunda. Como un bebé sin culpas. Tuvo tres semanas de hombre providencial, mientras arrastraba el mito del apoyo de Techint. Para concluir en la decepción de otro arrugue de barrera.

Reutemann-2015

El cetro del Gran Arrugador de Barrera se lo adjudican, por la capacidad del daño de su arrugue, a Mauricio Macri. El Niño Cincuentón.
Lo merece por el perjuicio. Pero es un galardón injusto.
Arrugues de barreraPorque el cetro del «Gran Arrugador» debería pertenecerle, en realidad -según estudio de Consultora Oximoron-, a Carlos Reutemann. El brillante administrador de las vacilaciones.
Es -Reutemann- el tradicional arrugador que suele conformarse con la concepción de ser «presidenciable». El amague permanente de lanzarse le basta para quedarse, lo más pancho, con lo que desea. La paz del senador.
Según la entrevista de Luis Novaresio, ahora Reutemann estudia presentarse para presidente en el 2015.
En sus respectivos arrugues de barrera, ni Cobos, ni Sanz, ni Das Neves, ni siquiera Solanas se atrevieron a tanto.
Mientras Cobos amaga apenas con la diputación, a lo sumo Sanz puede ser presentado con el premio consuelo de Premier. Como futuro Primer Ministro de una eventual presidencia de Alfonsín. Para darle, a El Menoscabado, carnadura de gobernabilidad.
Por su parte Mario Das Neves, el Tenor Portugués, entona eternamente «La furtiva lágrima». Y Fernando Solanas, el prestigioso dirigente universitario, adapta la grandilocuencia del discurso sobre los riesgos de la minería a cielo abierto. Para las montañas urbanas -y el cielo abierto- de Pompeya, Mataderos y Liniers.

Pasitos de Fred Astaire

Arrugues de barreraEl arrugue de barrera de Macri es el que dejó mayor cantidad de damnificados. Fueron tres años de amagues. De lucirse como presidenciable en 150 reportajes televisivos. En mini-giras interprovinciales.
Pero de pronto, a la hora de los bifes, El Niño Cincuentón descubrió, entre los globitos patrióticos de colores, en su admirable rol de Fred Astaire, y acompañado de Ginger Rogers, que el aporte más gravitante debía darlo en Buenos Aires, el Artificio Autónomo.
Ánimo. No todo está perdido. Porque el PRO -partidito del vecindario- se dispone a formular pronto una propuesta nacional.
Como Macri no quiere perder decide, inteligentemente, que pierda otro. Alguien que no tenga, paradójicamente, nada para perder.
Semejante arrugue de barrera dejó una extensa franja sin representación. Miles de incautos que le creyeron, que se inscriben entre el centro derecha vergonzante.
Quedaron, los miles, en banda. A merced de Eduardo Duhalde, el Piloto de Tormentas (generadas). Es el principal favorecido que espera recibirlos, ansiosamente. En la Unión Popular. Con próceres de la plantilla como el Momo y Luisito. Con Arcuri, La Chiche y El Chiche, el Conde Amadeo, Brown, Toma y Basile. Liberados ya de la creativa molestia del Peronismo Federal, que iba a desintegrarse solo. Sin siquiera la gracia de ofrecer ningún arrugue de barrera. Que detenga, al menos, el testimonialismo presente del inarrugable Rodríguez Saa.

La Comodín

Duhalde -según nuestras fuentes- es el privilegiado por Macri.
Pero el Gran Arrugador (Macri) no termina culturalmente de bancarlo a Duhalde. De asumirlo como su candidato.
Porque el apoyo de Macri a Duhalde, según la filosofía ecuatoriana de El Equeco, y ante el estupor de Puerta, le restaría votos en la Capital.
Y el máximo exponente del felipismo, Felipe Solá, en cambio, no.
Al menos Solá, a Macri, no le resta (como Duhalde, según la filosofía ecuatoriana). Pero Macri siente que Solá tampoco le aporta.
Aunque puedan ir, tanto Duhalde como Solá, capitalizados con el contrapeso honorable de El Comodín. La señora Gabriela Michetti. Ofrecida siempre en el muestrario. Es la vicepresidenciable perfecta. Porque, en el PRO, prefieren sacársela, elegantemente, de encima.
Arrugues de barreraA Michetti, La Comodín del chin chón, en su oportunidad, la desplazaron de la vice jefatura del Artificio Autónomo. A los efectos de enviarla, patrióticamente, hacia el amontonamiento de los diputados.
Ahora, mientras la arrinconan en «diputados», la jerarquía promueve, como vice, a otra dama digna, la señora María Vidal. Y decide instarla a perder, heroicamente, a La Comodín. Como vicepresidente de Duhalde o de Solá. O también, incluso, hasta de Federico Pinedo, quien hubiera preferido reelegirse para el ocio parlamentario. Sin la sobreactuación de ser promovido -Pinedo- para presidente. Con la atracción de la zanahoria extendida por Macri. De llevarlo, a Pinedo, para un puesto gravitante en la ciudad. En el caso que Macri retenga el control optimista del Artificio Autónomo. Entre los globitos de colores y los pasitos de Fred Astaire. Con la algarabía positivista del PRO que marcha derechito hacia la encerrona. La doble Nelson que los espera. Entre los apretujones febriles de la segunda vuelta.

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