Pingüinos Truchos

Dos Pingüinos Truchos acompañan, en la primera línea, las decisiones de Cristina. O dilatan las decisiones que la Pingüina Trucha aún no toma. Y así se agiganta el desconcierto del gobierno sin línea.

Son dos integrantes fundamentales de La Craneoteca de los Genios.
Carlitos Zanini, El Ñoño, el cordobés que supo imponer sus dotes alucinantes para la estrategia.
Y Héctor Icazuriaga, el inadvertido Señor 5, oriundo de Chivilcoy, como el ministro aún flotante, Florencio Randazzo.

Icazuriaga, el Chango, es el titular de la Secretaría de Inteligencia. Incondicional de los Kirchner. Pero sólo adquirió superior visibilidad política después de la muerte de El Furia (quien lo tuvo, también, de vicegobernador en Santa Cruz, como a un Arnold cualquiera).

Ocurre que Icazuriaga se encontraba opacado en el organismo que nominalmente dirigía. Además del eterno ingeniero, en la SI predomina el Paco Larcher, el interlocutor privilegiado de Kirchner. Solía destacarse por la efectiva versación en los asuntos del cuero semanal.

Las Gargantas indican que Cristina, en principio, prefirió mantenerlo a distancia a Larcher. Pero pronto, el Espía que llegó de Abril, pudo recuperar posiciones (como comienza Aníbal también a recuperarlas, caso para tratar aparte).

Solidaridad de género

La distancia de Cristina con Larcher se atribuía a las complicidades explicables con Néstor. Aluden a la tendencia del difunto hacia la disipación elemental. Caracterología que sólo se atrevió a reflejar el semanario Noticias. En la estruendosa portada que generó un silencio pudorosamente absoluto.
(Es uno de los temas que el Portal, por solidaridad de género, no va a tratar).
Pero el efecto de la portada se transformó en un problema político.
Zanini, como Gran Cuidador de corazones, lo tiene en estudio.
Incita a replantear las cuestiones del posicionamiento táctico. Atañen a la administración política del dolor. A la gestualidad sutil del quiebre.
(Es probable, incluso, que alguna otra irrupción atenúe el impacto de la señora Quiroga).

De Vido y el Neolopecito

En cambio De Vido, otro Pingüino Trucho, que procede de la capital, se encuentra en un gravitante segundo plano. Acotado por la persistencia de una enfermedad que tal vez no trate como debiera. No basta con la insulina.
Queda sólo encargado de algunos pocos temas. Pero ampulosamente importantes. Tienen que ver con la Energía. Con la relación con los gobernadores. Con los sensibles mini gobernadores. Y con el intento de contención de Moyano (al que se quiere, desde otro ámbito más esclarecido del gobierno, destruir, como se consigna aparte).
El manejo operativo del superministerio de Planificación, según nuestras fuentes, pasa para la ventanilla de José López, el Secretario de Vivienda.
Otro Pingüino Trucho, el norteño López. Más conocido, por los seguidores del Portal, como el Neolopecito.
Estrella ya consagrada de «La Marroquinería Política».

Barrilete

Los dos genios, Zanini e Icazuriaga, colaboran para que Cristina -lo único valioso que le queda al «kirchnerismo póstumo»-, cumpla con la agenda que Néstor dejó pendiente.
El legado político de El Furia. Las tareas que Kirchner se propuso cumplir. Pero no pudo.
Porque no le alcanzó el tiempo. Por incapacidad. O porque le faltó piolín. Como en el tango «Barrilete».

Queda pendiente, por ejemplo, el objetivo de la epopeya. La pulverización final del Grupo Clarín. «Lo mejor que hizo el Flaco, desde la política», acepta un opositor, en un susurro, para que nunca se entere nadie de Clarín.
Y otros objetivos fuertemente rudimentarios pero trascendentales.
La anulación de Scioli, como factor competitivo de poder.
Y el avance, de una vez por todas, sobre Moyano. Un blanco, el Negro, que se dilata desde el 2003.

Items. Filmus, Alberto, Boudou

Resta una serie interminable de items menores que atraviesan cuestiones relativamente secundarias.
El rechazo hacia cualquier tipo de aproximación de Alberto Fernández. El poeta desterrado estimulaba algún atisbo de regreso providencial.
O el desplazamiento del senador Filmus, del sitial del privilegio en la capital. Aquí debe constatarse el crecimiento de Amado Boudou, quien fortalece sus ambiciones protagónicas y de copamiento de empresas redituables, para algarabía de NC, asesor e ideólogo.
Quienes se suponen informados suelen asociarlo, a Boudou, a la preferencia de Cristina. Pero se equivocan.
La valoración de Boudou procede, directamente, de El Furia. Desde que Massa lo llevara de la mano, para que Boudou impusiera la vibrante idea de manotear los fondos de las AFJP (y conste que Massa, entonces El Premier, no estaba de acuerdo).
O por la otra idea aportada por el insaciable Boudou. Manotear las reservas del Banco Central, aunque provocara la salida de Martín Redrado, el Galán Seductor de la economía nacional.
Después de ser autor intelectual de manotazos semejantes, El Furia no podía negarle, a Boudou, y para felicidad de NC, el manotazo hacia la empresa Ciccone. Para imprimir papel moneda, o padrones. Aunque debiera destruirse, por «duhaldista», a los «Tanos de la Boldt».