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Conjurada patota de adversidades

Al Fenómeno Milei no le alcanza con el apoyo entusiasta de Donald Trump.

Oberdan Rocamora - 3 de octubre 2025

Artículos Nacionales

Conjurada patota de adversidadesescribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsisDigital.com

Flatulencias de Buzo

Justamente cuando el argentino medio se acostumbraba a las insultantes confrontaciones innecesariamente disparatadas, Javier Milei, el Panelista de Intratables, comienza a hacerles caso a los consejeros improvisados que precisamente lo aconsejan para el demonio.
Ante la conjurada patota de adversidades, reciclarse como político tradicional es la opción menos acertada.
Lo que fascinaba de Milei era la imprevisible creatividad que aún suele confundirse con arrebatada locura.
Como por ejemplo vaticinar en disertación de cena refinada que “Argentina iba a crecer como Flatulencia de Buzo”.
Debe aclararse que el Fenómeno solitario no está loco. Aunque lo parezca.
Pero que tampoco mantiene atisbos de inocencia.
Al diluir la atracción de la magia disruptiva paulatinamente se le pierde el respeto hasta como transgresor.
Para disolverse en adelante en el destino despreciablemente torpe de pasar a la indiferencia de la historia como cualquier eslabón de la cadena institucional de fracasos.

Dólar maléfico

Primera constatación: resulta imposible esperar que Milei cambie las claves del comportamiento que lo instalaron admirablemente en la presidencia.
Con efectivo sarcasmo, supo explotar con cuatro o cinco inaplicables ideas efectistas los penúltimos colapsos de ingobernabilidad de los tres inmediatos antecesores.
La Doctora, Mauricio, el (abducido) Ángel Exterminador y Alberto, El Poeta Impopular.
Los rasgos que enaltecieron a Milei en el inicio de la peripecia resultan paradójicamente similares a los rasgos que en la actualidad lo condenan.
Por haberse convertido infortunadamente en el emblema exacto de aquello que vino a destruir.

Conjurada patota de adversidadesLas conjuradas adversidades encaran la contraofensiva con la intensa ferocidad de las patotas.
De repente se le confabularon las franjas ilusoriamente flotantes del dólar que se presentaban estrictamente infranqueables. Mientras Luis Caputo, Virgencita, “el mejor ministro de la historia”, sobraba a los inversores que no existían con el consejo del experimentado:
“Si están baratos comprá, campeón”.

Además Milei suponía controlar la delicada cuestión del “riesgo país”, solo por ósmosis del salvavidas providencial que se desprendió con altanería desde el norte y con el formato altivo del tuit.
Aunque una semana después el tuit de Scott Bessent iba a generar la condenable descapitalización de los bonos espirituales que se atan al sectarismo religioso del dólar maléfico.

La patota de adversidades se complementa con el economista de diseño que Milei impuso con culpa en las listas del armado (tarea que presumiblemente lo aburría).
Pero a José Luis Espert, Cárcel o Bala, el Panelista lo impuso para primer legislador en La Provincia del Pecado.
Como para la contabilidad del Maxiquiosco impuso al jurista eminente Alejandro Fargosi, El Enciclopédico.
O para atenuar el rigor de la señora Patricia Bullrich, la Montonera del Bien, impuso como segundo al Licenciado Agustín Monteverde, El Pre-Mileista que enuncia los similares dislates de Milei desde mucho antes que Milei imaginara transformarse en diputado. Junto a la señora Victoria Villarruel, La Cayetana (por Álvarez de Toledo), siempre predispuesta para jurar por Dios y por la Patria.
Pero Cárcel o Bala indirectamente se iba a anexar también en la patota de la conjura que mantiene el objetivo de llevárselo puesto como una bufanda. Y ya no alcanza otro tuit de Scott Bessent para evitarlo.
A esta altura el dilema de insuficiencia no se resuelve con otra confirmación categóricamente emocionante del imperial Donald Trump, Corbata Carmesí, que ostenta el fervoroso mérito de asumirse como Emperador que merece el Premio Nobel de la Paz. Se prepara un minucioso documental para lograrlo.
Conjurada patota de adversidadesAunque Trump, a su vez, deba tolerar la contraofensiva demócrata de los chacareros que se anexan a su propia patota de adversidades generada simplemente por haber anunciado en Nueva York -en tres célebres minutos de semiplena oralidad-, la ayuda para el aliado exclusivo “que en Argentina hace un trabajo fabuloso y merece ser reelecto”.
Expresión de deseos que -en el fondo- conmueve.
Aunque debe aceptarse que no coincide en absoluto con las críticas despiadadas de los chacareros internos que le reclaman, graves protestones que forman parte transitoria de la base popular del Emperador de la corbata carmesí.

Purgatorio de Buenos Aires

Como constatación debe también confirmarse que al Fenómeno Milei ya no le alcanza con el apoyo entusiasta de Washington.
Acontece que el dilema verdadero se encuentra en el Purgatorio de Buenos Aires, desde dónde Milei se puede atrever a complicar a Washington.
Es el dilema de insuficiencia del Poder Ejecutivo, que se traslada mecánicamente hacia el Poder Legislativo donde el Panelista no logra implantar la miserabilidad de ningún veto.
Desde “el nido de ratas” le obturan específicamente la licencia de vetar.
Entonces cargárselo es más fácil. Un juego indemne de infantes.

Los gobernadores son “víctimas estructurales”, tanto como los insuficientes legisladores que consignan la magnitud del raquitismo parlamentario.
Consecuencia de la catastrófica política partidaria emprendida por la señora Karina Milei, La Repostera Prodigiosa que propone para el armado territorial la conducción de Eduardo Menem, El Lule.
Se induce a la confrontación perjudicial hasta con los gobernadores dialoguistas que se muestran reticentes a la prepotencia de ser pintados de violeta.
Pero Milei después debe solicitar la ayuda de los gobernadores. Manera implacable de “irle al pie” al gobernador, pero solo después de las agresiones.
Conjurada patota de adversidadesEntonces Milei reclama la persuasión de los legisladores que aún les hacen caso a los gobernadores para que no veten los vetos de las leyes que pretenden cargarse la ficción del gasto público, y puedan permitir la continuidad sistémica de la gloria del superávit, mientras asimismo habilitan en los territorios a cualquier aventurero opositor del pago chico que les haga la gestión imposible y siempre en el nombre venerable de Milei, «viva la libertad carajo» con el propósito de provocar otro colapso similar al del 2001, para que el sacrificado Premier Guillermo Francos, Amanecer -junto al asistente Catalán, ministro del Interior- emprenda la proeza del ablandamiento del rebelde gobernador a través del selectivo Ayudín del Tesoro Nacional.
El patetismo del ATN de mangos cortos para la utopía de reparar los pozos hipersensibles de alguna ruta que no conduce hacia ninguna parte, o para pintar las paredes húmedas de la escuela obvia de la educación más prescindible.

Final con bosta

Al cierre del despacho, y a su pesar, el diputado Espert se prende también en la patota afiatada de adversidades. Altivo expositor económico de discurso fácil para memorizar que creció políticamente y de ningún modo fue por los atributos carismáticos de su simpatía.
Se lo confirma con migajas de incierto dolor porque quien suscribe la columna supo compartir generosos simposios estomacales en determinadas provincias cuando el consultor no se identificaba todavía con el rigor de la Cárcel o la Bala.
Conjurada patota de adversidadesSe trataba de otro honorable especialista contratado para brindar charlas económicamente espesas que jamás le hubieran posibilitado la compra del cero kilómetro de alta gama. Como tampoco podía haber comprado con sus disertaciones la amplia residencia ideal para ser condecorada con los bolsones de bosta que castigaron, en efecto, la trayectoria del consultor que concluye la epopeya personal con la salpicadura infame del narcotráfico.

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