Ahí vienen los buitres
Sin reestructuración no hay programa. Sin programa nadie va a reestructurar.
Artículos Nacionales
escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
Previa
Las condiciones del deudor
Martín Guzmán, Alias Gardelito, es Gardel si logra, como ministro de Economía, reestructurar la deuda demencial de 320 mil millones de dólares.
Más aún si les saca, en el revoleo, los tres años de gracia, sin pagar la propina de los intereses.
Imponer al acreedor, las condiciones del deudor, es, después de todo, una hazaña.
Vueltas Olímpicas de Gardelito en la Plaza de Mayo.
Carolina Mantegari
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El nuevo gobierno, que preside Alberto Fernández, El Poeta Impopular, suele agotarse al encarar la estrategia de la deuda que lo sostiene.
Es el exclusivo proyecto hegemónico, movilizador. El acuerdo con los acreedores privados y, en simultáneo, con el Fondo Monetario Internacional, que según los optimistas tiene una necesidad superior de acordar.
Derivaciones desastrosas del préstamo electoral otorgado, oportunamente, a la Argentina, a través del presidente anterior.
Mauricio Macri, El Ángel Exterminador. Que termina de exterminarse, acaso para ayudarlo a Alberto, al decir que se daba cuenta que tantos préstamos lo llevaban a… un lugar popularmente sombrío. Despreciable.
1.- Los ministros pasan, Susan Seagal permanece
La cuestión que los ministros de Economía pasan, pero la señora Susan Seagal siempre permanece.
Seagal presentó a Gardelito con su tradicional amabilidad. Como presentó a Dujovne, El Youtuber, a Prat Gay, El Amalito, y hasta a Amado Boudou, El Descuidista.
Guzmán quiso entusiasmar, con escasa suerte, en el desayuno del Council.
Volvió a ser víctima de la trampa circular que propone. Pero termina entrampado.
Cuando le reclaman la ausencia del plan económico, Gardelito sostiene que primero se debe tratar la reestructuración de la deuda.
Pero los acreedores quieren saber qué demonios piensa hacer Gardelito con la economía para saber si aceptan reestructurar.
Hoy el bono argentino se cotiza a 40 centavos de dólar. Cae un poco más y «ahí vienen los buitres». Están al acecho. Aunque Seagal no los invite a beber el café tibio, acompañado de masitas y palabras.
La franela circular debe resolverse hacia el filo del primer trimestre.
Si el cuento le sale aceptablemente bien, Gardelito será reconocido como Gardel.
Y si patina El Poeta Impopular sucumbirá en la medianía previsible del destino, clavado por el punzón del default.
Guzmán, en todo caso, podrá retomar la tarea que tal vez nunca debió haber abandonado.
La redacción de papers, con solemnes consejos a los humanistas del mundo que pretendan resolver teóricamente sus deudas.
Aunque, en la práctica, nunca haya manejado la contabilidad de un puesto de venta de hot dogs.
2.- Barbarie intelectual
Tal
vez Alberto se haya excedido al dramatizar la problemática de la
deuda como causa fundamental.
Es también víctima de la trampa
circular. Su gobierno no arranca
por la inmanencia de la deuda. La que le impide, a su vez, hasta
simular el arranque.
La fábula de la Solidaridad Compulsiva le
sirvió para encarar un ajuste ejemplar.
Para demostrar que
sólo los gobiernos populares pueden imponer medidas impopulares, sin
que un solo jubilado salga a insultar. Vaya mérito.
El
Poeta acentuó su sentido de la sensibilidad social con la gran
cruzada contra el hambre. Nadie podía oponerse. El peronismo admite
la algarabía de vivir sin cortes. Consta que hasta se extrañan los
piquetes.
De lo poco concreto que se pudo rescatar, hasta
el cierre del despacho, fue el tiro libre bajo y esquinado del
ministro Matías Kulfas, Liov Trotsky, al encontrar 10 mil dólares
abandonados sin solemnidad.
Para no ir próximamente presos,
Gardelito y Alberto atormentan
ahora, con la innecesaria Restauración de la Sostenibilidad de la
maldita deuda.
Otro instrumento que la oposición culposa
también le va a proporcionar.
Para que Gardelito lleve, a las
brutales mesas de negociación, a “todo un país” que se congrega
detrás del verso.
“Déjennos
crecer para poder pagarle”.
El acreedor, ningún
angelito, debe confortarse con “la voluntad de pago” del patriota
que les debe.
Mientras tanto crece el país en riesgo y los
buitres se cuelgan la servilleta, toman el cuchillo y el tenedor. Ni
muestran las garras. Sólo esperan.
Sobre todo cuando Gardelito se
resiste a rescatar a La Provincia Inviable. Buenos Aires, gobernada
por Axel Kicillof, El Gótico, el “keynesiano de país
pobre”.
Menos interesante teóricamente que Stiglitz, el tutor
de Gardelito. Stiglitz sí tiene derecho a ser keynesiano. Pertenece
a un país que permite el lujo teórico.
Para pedalear la deuda
miserable de 250 palos, El Gótico necesita el aval del 75% por
ciento de los acreedores.
Con cierta parsimonia intelectual
Gardelito sorprende al confesar que cuenta, hasta ahora, sólo con el
favor del 26%.
Dejar caer en
default a la Provincia Inviable, por una deuda comparativamente
irrisoria, sería algo más grave que un error.
Un acto de
barbarie intelectual.
3.- Carilinas
La barbarie de la deuda, 320 mil millones, se compone de 141 mil millones que reclaman los “privados”.
Litigio que Gardelito debe resolver antes que termine marzo. Con alguna clara estrategia para espantar a los buitres que revolotean.
Pueden comprar los bonos derruidos. Litigar y esperar 10, 15 años.
Hay 120 mil millones bastante más manejables. Pertenecen al llamado Sector Público.
Aquí se asiste al paulatino vaciamiento de los fondos trocados por papelitos voladores que no sirven ni como carilinas.
La cantera inagotable del ANSES, el Banco Nación con sus pasillos que impresionan, el Banco Central que merece ser conducido, muy pronto, por Javier Milei, Celebridad Libertaria.
Quedan los 82 mil millones de los organismos multilaterales. El Banco Mundial, por ejemplo. El Fondo Monetario Internacional, que se quemó con leche de la vaca de Macri y cuando se acerca un argentino debería disparar.
Pero Gardelito es amable, como Sergio Chodos, otro profesional.
Aunque quien tiene la capacidad para ordeñar al Fondo es Donald Trump, El Embocado (por el Ángel).
Consta que Netanyahu, El Bibi, uno de sus socios principales, le prometió al Poeta Impopular interceder ante La Kristalina.
Funcionaria búlgara, Kristalina suple a la señora Lagarde, Madame Bovary.
4.- Lotes
Conductor
del gobierno trabado, loteado. Sin arranque.
Alberto debe convivir
con “la ambivalencia geopolítica” imposible de superar.
Con
la menemización a la bartola de su política, que pretende ser
necesariamente pragmática.
Es admirable que no se resigne. Que
suponga aún que puede tener derecho a encarar su propia política
exterior.
En simultáneo convive con los efectos adolescentes de
la estudiantina de Puebla.
Con el Evo. Con «el corazón
mirando a Telesur».
Con los rigores sutiles del frepasito
tardío.
Con los héroes de la resistencia que combaten el
fantasma tétrico del neoliberalismo (que ni siquiera existe).
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