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El PRO como Automóvil Club de Milei

La carambola del Primo Jorge altera la problemática nacional.

Oberdan Rocamora - 30 de marzo 2025

Artículos Nacionales

El PRO como Automóvil Club de Mileiescribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsisDigital.com

Sucesión o reelección

A seis bandas, la carambola del Primo Jorge alteró la problemática nacional.
Fundamental cuadro de PRO, minigobernador del Maxiquiosco del Artificio Autónomo. Tiene hasta diciembre de 2027 para despachar los chocolatines Cabsha, las pastillas Renomé, habilitaciones inmobiliarias y los servicios espirituales, como, en efecto, la basura.
Con la jugada logra que el sufragio municipal del 18 de mayo, animado hasta entonces por Ricardo Caruso Lombardi, se convierta en la antesala de la pugna por la sucesión presidencial. O en el estímulo prioritario para la reelección de Javier Milei, Panelista de Intratables.

La problemática de la ciudad dista de ser menor.
En treinta años, el Maxiquiosco reprodujo dos presidentes. Fernando De la Rúa, El Radical Traicionable, y Mauricio Macri, el Ángel Exterminador.
Pudo haber inventado un tercer gran estadista como Horacio Rodríguez Larreta, Geniol.
Pero infortunadamente la señora Patricia, Montonera del Bien (hoy consagrada libertaria), oportunamente instrumentada por el Ángel se dedicó a pulverizar aquel sueño adolescente de Geniol.
Inspirado en su dilatada experiencia, ahora Larreta confirma que el Maxiquiosco «huele a pis».
Mientras tanto reinicia la epopeya como tradicional concejal. Con el propósito de medirse. Pretende averiguar si aún la tiene larga. Teme, acaso, frustrarse otra vez.

Repetir la historia de Franco

La emergencia del Fenómeno Milei se cargó simultáneamente al peronismo y al radicalismo. Pero motivó la explosión del ladrillo contra el espejo de Juntos por el Cambio.

El PRO como Automóvil Club de Milei“Milei te hace repetir la historia de Franco. Como tu padre, te dice siempre que sí. Pero después no te da bola”.
Consigna del amigo inteligente que contuvo la fuerza de una advertencia. “Mientras te elogia, Milei te condena”.

La coalición estalló en infinitas candidaturas.
La oficial eleva a la señora Silvia Lospennato, La Atanasofista. Aglutina a lo mejorcito de los sobrevivientes que aún respiran en PRO. Patriotas como Hernán Lombardi, o la señora Laura Alonso, La Adorni del Primo.

“Candidato es el equipo”, confirma la señora María Eugenia Vidal, La Chica de Flores de Girondo, que impacta como jefa de la campaña.
Insiste en plantear al kirchnerismo como el enemigo que los puede vacunar. Y esta vez, por persistencia de Leandro Santoro, El Radicalista, tiene bastante razón.
Lástima que se inspire en la argumentación que La (Agencia de Colocaciones) Cámpora desperdició al perder con el Ángel en 2019. Para menoscabar a Daniel Scioli -Líder de la Línea Aire y Sol- solían recitar que el “candidato era el proyecto”.
El Líder, entonces en voz baja, protestaba. “Mi apellido es Scioli, no Proyecto”.

Con el Ángel. La Chica de Flores fue Vicejefa del Maxiquiosco, para ascender como gobernadora de la Provincia del Pecado y descender como diputada nacional por el “amigo” Geniol. El que justamente hoy se emancipa, harto de bancar las humillaciones de Milei. Y sobrecargado de rencores por la actitud servil de PRO, que mantuvo apenas el rol de la asistencia.
“Un servicio del Automóvil Club. Eso es el PRO para Milei”.

Atajar penales

El PRO como Automóvil Club de MileiCuesta atajar penales. Como el penal de la vertiente radical, que aportaba territorio y aún trafica el Caudillo Yacobitti.
La encabeza la señora Lucy Levy, lúcida dirigente que rejuvenece aquello que Milei solía llamar la “casta política”.
O el penal del estancamiento de la Coalición Cívica, organismo que aportaba transparencia e impulsa a la señora Paula Oliveto, Pagá Paulita.

Utopía libertaria en el fango

Pero Milei partió también al raquitismo legislativo de la ONG que lo sostiene. La Libertad Avanza.
Malentendido libertario que propone dos vertientes.
Uno lo encabeza la magnitud moral de Adorni, Manolito, enrolado en el “karinismo”, pastelería aferrada al antojo enternecedor de la señora Karina Milei.
La otra vertiente es de Ramiro Marra, Marrita, el desplazado que siempre puso la cara y el verbo para la histeria defensiva del “amigo” Milei. Marrita fue quien elevó, incluso, a Santiago Caputo, El Neo Giacomini, para administrar el ambicioso vértice del Triángulo de Hierro (fundido). Con el arsenal estrafalario de ideas extraídas del depósito de don Jaime Durán Barba, El Equeco, y combinadas con las psicografías demenciales de Benjamín Solari Parravicini, El Border.

Un verdadero desperdicio que a Marrita lo hayan masacrado sin piedad por la movida pastelera.
Con la mitomanía protectora del hermanito que arrastra el boleto picado desde la desubicación tristemente histórica de Davos.
El PRO como Automóvil Club de MileiCuando el Panelista se agrandó hasta encarnarse en una muestra gratis de Trump.
Para atreverse a plantear la batalla cultural contra la onda del «woquismo» como si no presidiera el país más endeudado de la tierra.

Boleto que fue vuelto a picarse, y con énfasis, por la catastrófica gestación de la cripto-superchería que introdujo a la utopía libertaria en el fango.
Como efecto secundario, se le abrió al Triángulo de Hierro (fundido) la puerta del destino peor, que conduce exactamente hacia la dimensión desconocida de Comodoro Py.

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