Plantado en la maceta de Monte Grande
Fernando Gray, presidente del PJ de Buenos Aires, el único que se resiste a la coronación de Máximo.
Artículos Nacionales
escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsisDigital.com
“Pero un día dije planto y ese día me planté”, parece cantar Fernando Gray, minigobernador de Estéban Echeverría (Monte Grande).
Se las ingenia para entonar, sin el vozarrón de Julio Sosa.
Martín Insaurralde, El Jésico, minigobernador de Lomas de Zamora, fue el inicial arquitecto de la jugada. La comenzó en septiembre.
Mario Ishi, El Ponja, minigobernador de José C. Paz, terminó de instrumentarla en la bajada de línea del asado del 30 de diciembre.
Entregarle el Partido Justicialista de La Provincia Inviable a Máximo Kirchner, En el Nombre del Hijo, Líder de La (Agencia de Colocaciones) Cámpora.
Trátase de la exclusiva organización que contiene una diáfana estrategia de poder. Con pasión para ocupar los puestos efectivos del combate espiritual.
El Arquitecto Jésico venía acompañado por Los Granados de Ezeiza. Los conduce El Sheriff.
Ishi fue quien terminó de persuadir a Zavaleta, Juanchi, minigobernador randazzista de Hurlingham.
También acompañaba el actual ministro Katopodis, Zorba de San Martín, como otro ministro Jorge Ferraresi, de Avellaneda, o Fernando Espiñoza, Argentino Ledesma, de La Matanza.
Los artesanos territoriales fueron a rendirse, en bloque, ante La Cámpora.
Consta que el privilegio de presidir el PJ no figuraba entre las prioridades de la Agencia. El ofrecimiento (el clamor) venía de regalo.
Acaso con el encanto pragmático del Plan Canje.
La titularidad del PJ a cambio de facilitar la reelección para los minigobernadores adictos a la permanencia.
El Plan Canje no podía funcionar. La reelección no dependía de La Cámpora.
Evitaba la ley surgida del entendimiento racional entre la señora ex gobernadora María Eugenia Vidal, La Chica de Flores de Girondo, dama de la Mutual PRO, y Sergio Massa, Conductor (del Frente Renovador).
El bolillero -aparte del Plan Canje- contenía también la titularidad de FAM. Federación Argentina de Municipios. Cargo que enternece a Juanchi.
Pecado de pescadores
Los minigobernadores con iniciativas se tentaron con el pecado de los pescadores. Vender el producto antes de tenerlo pescado.
La autoridad del Partido que transferían lo impedía. El subproducto de la arquitectura de 2017.
Partido atendido por dos minigobernadores con mandato hasta diciembre de 2021.
Por el Acuerdo de Oviedo, celebrado en el clásico restaurante, entre los minigobernadores que diseñaron la arquitectura. Conspiraban para evitar la presidencia de Argentino Ledesma. La Matanza.
Para neutralizarlo a Espinoza, en las comidas del Oviedo, o en la oficina de Pereira, El de Varela, optaron por la alternancia.
Con Gustavo Menéndez, El Modelo, minigobernador de Merlo, de la Primera (Sección Electoral), junto a Fernando Gray, El Cantante, de Esteban Echeverría, de la Tercera.
Años pares, 2018 y 2020, iban a ser presididos por Menéndez.
Años impares, de elecciones, 2019 y 2021, para Gray.
Pero justo cuando Gray se disponía a emocionarse con el festival de candidaturas en 135 distritos, debió sorprenderse. Los colegas habían decidido dejarlo afuera del festival.
“No es nada difícil de entender, Rocamora. Los que los pusimos ahora los sacamos y listo”.
Gray no pudo sorprenderse cuando Alberto Fernández, El Poeta Impopular, presidente del tercer gobierno de La Doctora, legitimó la jugada y dijo que Máximo era el mejor titular para el PJ (Inviable).
Jugada combinada. Complementada por el caramelo de madera para Alberto. La titularidad del PJ Nacional, con moño rojo, envuelto en celofán.
Pero Alberto es, aparte, el líder unánime del Partido Parte. Plataforma de lanzamiento conducida por Ferriño y Baduán.
La estructura no sirvió un pepino. Pero La Doctora, con el dedo arbitrario y selectivo, convirtió a Alberto, «El Bien Pagau», en estadista.
Ahora le pagaban también con el caramelo (de madera) del PJ Nacional.
El apoyo de Alberto a Máximo debía ser sustancial para que Gray descendiera del pedestal.
Como el llamado del Ministro De Pedro, El Wado. Para comunicarle a Gray, con pulida diplomacia, que debía hacer el bolsito. Y abrirse.
Pero Gray se plantó. Los embocó con la divulgación de la calcomanía con su imagen promocional. Con una pala y el pretexto del plan forestal.
Y la inscripción: “me planto”.
Leche larga vida del peronismo
“Fernando está plantado, pero en una maceta”, confirma un minigobernador que lo aprecia. “Solo se sube el precio”.
Máximo estaba predispuesto a asumir solo si tenía el consenso total. Al trascender la plantada de Gray, la mojada de oreja, lo convencieron. Asumir con el 97% de apoyo.
En adelante, restaba descolgar la maceta de Gray. Antes que se ocupara, del tema, el enemigo principal. El único que cuenta. Los grandes medios.
“Que Fernando se deje de j… ya está afuera, hay que hacerle un mimito y que se baje”, confirma otro minigobernador, que lo aprecia menos.
“Que no rompa porque no es presidente del PJ un c…”, agrega.
Ocurre que Menéndez es aún el presidente en ejercicio.
Para Menéndez es otra situación límite. Contabilizado como propio por los minigobernadores que complacen a La Agencia. Como Sujarchuk, Nardini, Cascallares.
Y la arquitectura de la alternancia, otra obra cumbre del Jésico, es solo de palabra. Nada hay firmado.
“La palabra vale más que la firma”, confirman que asegura Gray.
Nadie se postula para convencerlo de lo contrario. Ni siquiera aspiran a tenerle el saco.
Cuesta, en el peronismo actual, ser como la “leche larga vida”. Con la osadía de plantarse contra Máximo, El Wado, Alberto y la estación final. La Doctora.
Pero Gray está decidido. No lo van a arrastrar.
Gobierna Monte Grande desde hace 14 años y nunca se corrió medio centímetro del PJ.
Respaldó las “testimoniales” de 2009, cuando se padeció la humillación de ser derrotados por Francisco De Narváez, El Caudillo Popular.
O en 2013, cuando se perdió ante Massa.
O en 2017, cuando cayeron hasta con Esteban Bullrich, Larguirucho.
Gray ganó siempre para el justicialismo en la maceta de Monte Grande. Enarbola entonces el escudo del respeto institucional.
Pero los arquitectos maximalistas ya tienen en el bolso a 37 de los 48 consejeros. Les basta con 12 para convocar la reunión del Consejo. En febrero.
Para llamar a elecciones anticipadas o anunciar, en marzo, el desembarco popular de Máximo. Y de la Agencia de Colocaciones.
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