El Poder más largo
Ascenso de El Ángel Exterminador a través de Ibarra, Filmus, Telerman, Alberto, Scioli y Cristóbal.
Artículos Nacionales
cuento de navidad de Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
Cristóbal López, Casino Club, con sólidos fundamentos creyó que tenía el poder más largo que Mauricio Macri, El Ángel Exterminador.
Pero el ascenso vertiginosamente irresistible de Macri iba a coronarse, en octubre de 2015, con la Presidencia de la Nación.
Entonces Cristóbal se precipitó para conseguir la entrevista inmediata con aquel novato que había subestimado.
Influyentes amigos asociados, de la mutual Convivencia Espiritual Mensualizada, sirvieron de canal.
“Esto no va más, Cristóbal, se terminó, ahora cambian las reglas del juego”, dijo el Presidente electo, mientras exhibía la punta del poder más largo.
«La suerte que es mujer»
“Al taura siempre premia la suerte que es mujer”.
Lo enseña magistralmente el letrista Miguel Bucino, en el tango “Bailarín compadrito”.
Sin ser ningún “taura”, sin llegar a lucirse «en el Maipú», desde sus inicios El Ángel Exterminador fue condecorado rápidamente por “la suerte que es mujer”.
Al presidente del Boca más ganador se le despejaban pronto los caminos. Se le producía la apertura. Se le eliminaban los competidores para acceder al primer logro. La conquista del Artificio Autónomo. Buenos Aires capital. El Maxi Quiosco.
El primero de los benefactores indirectos, en la práctica, fue Néstor Kirchner, El Furia.
Patagónico desconocido, arbitrariamente seleccionado por Eduardo Duhalde, Piloto de Tormentas (generadas). En 2003, cuando subastaba la presidencia para obturar el regreso de Carlos Menem, El Sultán.
Para darle visibilidad al desconocido, lo ideal -para Duhalde- era ponerle una figura conocida de número dos. Una celebridad. Daniel Scioli, próximo Líder de la Línea Aire y Sol, que se preparaba para conducir el Maxi Quiosco.
Para no escribir la palabra «colgados», que es despectiva y fea, se acepta que Scioli dejó absortos a los desconcertados peronistas porteños, que creían haber conseguido el candidato competitivo para vencer a Aníbal Ibarra, Cerro Corá. Aquellos decepcionados peronistas debieron aceptar que Scioli se les fuera. Como vice-presidente. Aunque los carteles promocionaban su rostro en la ciudad empapelada.
Hacia finales de 2004, la Tragedia de Cromagnon, con 197 muertos, signó el declive de Ibarra. Emerge como el segundo benefactor indirecto.
En extenso juicio político, Ibarra fue destituido en marzo de 2006. Para que Jorge Telerman, El Principito (como lo llamaban en la Fede de Gilbert) asumiera el control del Maxi Quiosco. Su entusiasmo admirable irritaba a los ibarristas que languidecían. El Principito se proponía despachar en el Maxi Quiosco hasta más allá de 2007.
Pero téngase en cuenta que el cuentito de navidad -un regalo del portal- se narra a través de Cristóbal.
Consta que CONESMEN, la mutual virtual -Convivencia Espiritual Mensualizada-, se extendía como un canal institucional y sustentable. Entre el Maxi Quiosco de Bolivar 1, y la Casa Rosada de Balcarce.
El espiritualismo celestial se distribuía por mitades. 50 % de energía cósmica y groncha iba para cada administración.
Para permanecer, El Principito se proponía conseguir el apoyo electoral de Los Kirchner y así ganarle al ascendente Macri. Entonces razonablemente prefirió no tocar la espiritualidad, para que el misticismo entero fuera hacia Balcarce.
La conmovedora nobleza de la acción de El Principito no consiguió atenuar el formidable desprecio que le dispensaba el Premier Alberto Fernández, El Poeta Impopular. El tercer benefactor indirecto de El Ángel Exterminador.
Diversos argumentos para justificar la ira del Premier. Alberto lo denostaba a Telerman por no haberlo defendido a Ibarra hasta la inmolación. Para Telerman era suficiente con la inmolación de Ibarra, a la sazón cuñado de Alberto.
Decidido a cerrar el paso de Telerman, El Poeta Impopular estimuló la candidatura de Daniel Filmus, El Psicobolche I. Consiguió, para algarabía de Macri, dividir las fuerzas del inflamado progresismo de la metrópoli, asociado forzosamente al peronismo casi transversal de Los Kirchner, dos humanistas.
En 2007 confrontaron los dos ex camaradas de la Fede de Gilbert, ambos ex Secretarios de Estado de Ibarra (Telerman de Cultura, Filmus de Educación).
Por lo tanto Mauricio iba a quedarse durante los próximos ocho años con la atención del Maxi Quiosco.
La CONESMEN proseguía su inalterable faena de canal entre Bolivar y Balcarce. Instituciones comandadas por adversarios que se privilegiaban con frenesí. Uno estaba confeccionado a la medida del otro. Merced a los amigos influyentes que debieran, en esta navidad, preocuparse. O aterrarse. Depende. Por la inestabilidad presunta de Fabiancito.
Apuesta de Casino
Aunque Mauricio explotara con solvencia el Maxi Quiosco, Cristóbal suponía igual que tenía el poder más largo. En efecto, lo tenía largo. Contaba con el apoyo incondicional de Balcarce. Desde donde lo incitaban a multiplicarse en negocios tentadores que distaba de entender. Complejo negocio el de la comunicación. Para manejarlo a través de Fabián de Souza. Fabiancito.
El Furia ya había cedido el sabot de la presidencia ganancial a La Doctora. Mientras tanto se registraba el divorcio conflictivo de Los Kirchner con el Grupo Clarín.
Aparte, La Doctora tampoco confiaba en la relación paralela. Infidelidad que se mantenía con el otro pilar. El Grupo de Dany El Fenicio. Tiempos hegemónicos de la Radio 10, primera siempre con El Oro y el Moro. Si hasta parecía que el Negrito González era un cantante entonado y ejemplar.
Para desprenderse compulsivamente de Dany El Fenicio, vaciarlo y quedarse con el Grupo, La Doctora decidió transformar a Casino Club en empresario de medios. A través, siempre, del simpático Fabiancito. Fue su perdición. Conste que Cristóbal venía muy diseminado entre distintos rubros, por las innumerables ventajitas que lo diseñaban como un potentado. Con el poder, cada día, más largo.
De tan altivo y poderoso Casino se burlaba de las ambiciones presidenciales de Mauricio, “ese chico caprichoso y complicado”. Cierta vez, por un conflicto banal, un comedido le aconsejó a Cristóbal que tramitara una entrevista al señor Jefe de Gobierno:
“¿Pedirle yo una entrevista a quien le mando tan…?”.
En 2015, Casino le chingó con la apuesta. Puso los plenos a favor del número equivocado, cuando su costumbre era ganar siempre. Se jugó entero por Scioli y sin poner una miserable ficha al cero, como suelen hacerlo los supersticiosos jugadores. Pero ganó aquel que había subestimado. El Ángel Exterminador, que estaba decidido a exterminarlo. «Chico caprichoso».
– Esto así, Cristóbal, no sigue. Cambian las reglas y el juego.
En pleno cambio de metal. Mauricio pasaba de la plata al bronce (cliquear).
Del pragmatismo de la política real a la estatua para la posteridad.
Destinos
Para terminar el juvenil cuentito de navidad, debe destacarse el destino de los protagonistas de esta historia.
La Doctora es senadora, como Menem. Asociados ambos en la entrañable problemática de evitar la guadaña de ser desaforados e ir presos.
Scioli es diputado, como Filmus.
De vez en cuando El Furia despotrica desde el Purgatorio. Los goza. Se burla de la fábula de la “herencia recibida”.
Duhalde, en cambio, se dedica a brindarle consejos generosos a la humanidad. Pero ella ni siquiera le hace caso.
Ibarra nunca pudo desprenderse de las imágenes tétricas de Cromagnon. Disputa frecuentes concejalías con suerte relativa.
Telerman, planta permanente, es funcionario cultural de Rodríguez Larreta, el pilar distante de Macri.
El Poeta Impopular rota solemnemente por los canales de noticias. Cuanto más aparece, más se lo olvida. Proporciona desinteresadas lecciones de civismo mientras rota, también, por diversos proyectos.
El Ángel Exterminador, el Presidente, demuestra que es el que transitoriamente tiene el poder más largo. Cristóbal lo entendió tarde. En el Casino termina preso. Como Fabiancito.
Para concluir, CONESMEN representa un enigma descifrable en otro cuento, para componer lejos, acaso, de otra Navidad.
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