Pelota a paleta
DESPUÉS DEL CARNAVAL (III) – EVALUACIÓN FINAL: El juego solitario de Nuestra César contra el frontón.
Miniseries
Sobre Informe de Consultora Oximoron
Evaluación final de Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital
“La audacia del cristinismo es admirable.
El universo entero sabe que son truchos pero
insisten con la eternidad” @cayetanoasis
La penitencia censurable del Fondo Monetario Internacional globalizó el concepto que, en la Argentina patológica, no produce el menor asombro.
Trátase de la condición trucha del “modelo de producción, con inclusión social”. Sólo persiste en el discurso alucinante de los propagadores.
Resultan, cada vez, menos convincentes. Pero contienen una audacia sistemáticamente demoledora.
Ante sí mismos y ante la historia, se presentan como protagonistas de una epopeya. Casi -incluso- revolucionarios.
El muro de enfrente y el hartazgo colectivo
Hasta después del carnaval, el discursito parece ser redituable. Gracias a la pavorosa orfandad de lo que -por pleitesía- se insiste en llamar oposición.
Para la precariedad del cristinismo, la acción política se limita a ser un juego monótono. Como el juego de “la pelota a paleta”.
Se practica en solitario, y contra un frontón, que perfectamente puede ser un muro.
Sin embargo la inoperancia del juego no alcanza para contener la bronca del individuo banalizado. Es el que conforma, multiplicado, el hartazgo colectivo.
Carece de representación y construye, en conjunto, la colectividad de hartos.
La sumatoria de la sociedad estupidizada. Generadora de situaciones anárquicas de descontrol. De desorientación cultural.
Pleitesía
En la primera fila del frontón -que por pleitesía suele denominarse oposición- se encuentra Mauricio Macri, El Niño Cincuentón.
Es -Macri- el Samuráis 3. Lo más representativo del muro.
Junto a Hermes Binner, El John Wayne de El Hombre Quieto, samuráis 7, y Julio Cobos, el Cleto, samuráis 6.
Componen también el muro los peronistas temporariamente distanciados. Alternativistas como José De la Sota, El Cordobés Profesional, Samuráis 5, o Hugo Moyano, El Charol, que persiste deslucido. Sin conflicto activo, El Charol pasa a formar parte del pelotón de aspirantes a samuráis.
Pero Macri, el opositor principal, parece no haber tenido el mejor verano. No digirió el cuento habitual de las primarias que le susurró De la Sota. Y entró solito en el desfiladero.
Trasciende, aparte, la obstinada búsqueda de celebridades para armar un catálogo presentable de ofertas.
El recurso, desde el menemismo, es lícito, aunque se asiste al exceso de la sobreactuación.
Para Consultora Oximoron, a través de la insistente metodología, a Macri le va a costar que -políticamente- se lo respete.
El Ejército del Ebro
Nuestra César, al cierre del despacho, ya desconoce qué demonios hacer para mantener a Mauricio Macri en el primer plano del frontón. Para la rutina del juego de la “pelota a paleta”.
Instruye, entre sus funcionarios, el esmerilamiento cotidiano de El Niño Cincuentón.
Lo hostigan con los árboles, con los vagones del subte, con alguna reja.
Lo injurian de manera sistemática, a través del bancado Ejército del Ebro.
Lo compone el batallón multiplicado de “periodistas de la casa”. La “propia tropa”.
Combatientes aferrados, con ideología presupuestaria, a los innumerables canales televisivos conquistados.
A las radios captadas. Diarios y revistas que se enrolaron en El Ejército del Ebro.
Es el conglomerado del “Szpolsky Today”. Se le suma el “Moneta Post”, “The Cristóbal Times”. El “Vila News”.
Complementan -para Consultora Oximoron- la vanguardia iniciada por la visionaria Secretaría de Estado de Página 12.
Sirven para disputar el exclusivo plano mediático, apenas estimulados por la equivocada obsesión del poder por los medios.
Alucinación que condujo, a Nuestra César, hacia el fracaso de la Guerra-Divorcio contra el Grupo Clarín.
Al Grupo Clarín que, después de formidables amagues, humanitarios y comerciales, no pudo, ni supo -siquiera- cargarse.
Antesala de la anarquía
A medida que desciende abruptamente en su calidad institucional, el cristinismo asciende en la desesperación de su audacia.
Hasta prosperar en las alocadas ambiciones de permanencia. Sólo pueden considerarse -para Consultora Oximoron- a partir de la intrascendencia alarmante del frontón.
Del muro que permanece estático. Para que la jugadora principal, Nuestra César, se luzca en la monotonía de la “pelota a paleta”.
Todo -el cristinismo- lo hace mal. Mientras tanto reclama, en medio del vacío, la aprobación. Y la continuidad.
País en penitencia. Señalado despectivamente por trucho y por falsario.
País miembro (de ojito) del G-20.
Es el conjunto de países decisivos -de los que Argentina forma parte-. De ojito.
Por haber aplicado las políticas que hoy, en simultáneo, aquí se degradan.
De todos modos no importa nada. Porque siguen solos. A los paletazos limpios. La pelota contra el frontón.
Mientras tanto avanza, implacable, el hartazgo acaparador. En la antesala de la anarquía.
Carolina Mantegari
Evaluación final Informe Oximoron
Permitida la reproducción sin citación de fuente.
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