Blanquear a Boudou, a la cal
Nuestra César y el utópico objetivo de recuperar a El Descuidista.
Artículos Nacionales
escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
Lejos de reconocer sus errores, la Presidenta se propone recuperarlo a Boudou. Antes de fin de año.
@cayetanoasis 9-8-12
Las actuales líneas movilizadoras, de Nuestra César, son tres.
1.- La recuperación de Boudou.
2.- El Baño María para Scioli.
3.- La terapia intensiva para Macri (y Moyano).
Para cualquier observador atento, la línea 1 remite a la utopía.
Trátase del delirio racional de pretender la resurrección moral de su vicepresidente. Ya asumido, por los suyos, como «el máximo error».
El sandwich de sapo que los cristinistas impasibles, aún aferrados al «Vestidito negro» (cliquear) deben, cotidianamente, tragarse. Sin digerir.
En el esplendor de su megalomanía, es admirablemente insólito que Nuestra César proyecte el rescate de Boudou.
La obstinación contiene un alto componente de desafío personal. Justamente es El Descuidista que la sepulta en «Ciccone, la ciénaga del cristinismo» (cliquear).
El emprolijamiento de la rebautizada Ciccone, es presentado, socialmente, como expropiación. Soberanía monetaria.
Un limpia-manchas que se enmarca en la estrategia de recomposición del escogido copiloto.
Como si las dificultades escandalosamente judiciales, por las que atraviesa El Descuidista, fueran sólo efectos colaterales de «La Guerra de Convalecientes» (cliquear).
La consecuencia involuntaria del conflicto mayor que mantiene «secuestrada» a la política.
El que Nuestra César libra contra el Grupo Clarín. Al que lo mantiene acotado, con el rigor del plazo fijo que vence el próximo 7 de diciembre.
Con La Desinversión, que nadie se encuentra en condiciones de aplicar. Con el descuartizamiento aguardado del Grupo de Comunicación que designó como enemigo fundamental.
Como si siguiera el ejemplo del visionario Vladimir Putin en Rusia. El folklórico Rafael Correa en Ecuador, y el aquí desconocido Viktor Orban, el kirchnerista de derecha, en Hungría.
Nuestra César se dispone a pulverizar, aquí, a Héctor Magnetto, El Beto, zar irrisorio de la comunicación doméstica.
Tribunal mediático
Como ideólogo fundamental del cristinismo, Horacio Verbitsky acierta en la línea de interpretación. En consonancia con la que aplica Nuestra César.
Los «delitos» de Boudou «por ahora sólo han sido acreditados en el tribunal mediático».
Y «si sus amigos» -para el Portal «La Banda de Descuidistas»- se merecen algún reproche, lo debe dictaminar el juez Lijo.
Según la línea bajada desde la Secretaría de Estado de Página 12, el fiscal Di Lello no tiene, en su poder, ninguna foto que pueda comprometerlo a Boudou.
Es decir que Di Lello desmiente la existencia de algún testimonio gráfico de los mitificados ágapes entre Boudou y Vandenbroele, El Palo Blanco. Tanto en La Stampa como en la paquetería del Palacio Duhau. Junto a José María Núñez Carmona.
El dato, en realidad, siempre fue innecesario para esclarecer la berretada financiera del descuidismo.
Brocha gorda
De por sí, Nuestra César considera que es la portadora mágica de la pintura a la cal.
Para blanquear, con brocha gorda, a Boudou. Con sólo mostrarlo, a su lado. Pasearlo.
Mientras tanto avanza la brocha gorda del emprolijamiento. «Nadie mejor que Katya para limpiar las manchas».
La expropiación de Ciccone, con el «paga Dios» hacia los empresarios misteriosos. Desde «El paraíso de The Old Fund» (cliquear), un obsequio de la casa, hasta la uruguaya Dusbel, de los amigos argentinos también necesitados de contundente brocha gorda. Y de cal. Y Tierras Internacionales Investment, que ya no existe más. Ni en Holanda ni en Lonchamps.
Para el objetivo de recuperar a Boudou, además del blanqueo a la brocha gorda, necesitan conseguir el sobreseimiento. Lo que el desplazado Righi no pudo conseguir con los otros desplazados. Fiscal Rívolo y Juez Rafecas, El Girado.
Si logran el sobreseimiento antes de fin de año, o a más tardar en marzo, Boudou podría celebrarlo. Con un festival de Rock y Arena.
El inconveniente principal lo presentan los poderosos focos mediáticos que iluminan los respectivos despachos del Fiscal y del Juez. De los doctores Di Lello y Lijo. Ambos dependen de sus mesurados equilibrios. Del recato cultural que suele imposibilitar la ceremonia fatídica de incinerarse.
El otro inconveniente, para la recuperación de Boudou, que se le presenta a Nuestra César, es infinitamente más grave.
Lo representa el hastío creciente de la sociedad. El hartazgo sin representación política. Hasta hoy.
Baño María
La tratada línea 1, recuperarlo a Boudou, se encuentra demencialmente vinculada al objetivo difuso de la línea 2.
Consiste en poner, en Baño María, a Daniel Scioli, líder de la Línea Aire y Sol.
El «misterio de la presencia ausente». Cultor de la ideología positivista del vitalismo.
«Fe y esperanzas» que resultan, en definitiva, insuficientes para conmover a la asesina serial. La que se dispone a cocinarlo.
«A fuego lento», como en la emisión de la señora Clara Mariño.
Pese al mantenimiento del Baño María, Scioli parece situarse, eventualmente, como protagonista del Plan B. Banco de suplentes.
Si fracasa el Plan A, que ya sea irrecuperable la figura de Boudou, puede recurrirse, como alternativa, a Aire y Sol.
Cuando se encuentre rendido, perfectamente devaluado. Con más mandados hechos. y por hacer.
Con la cabeza inquietante del ministro Casal, como penúltima ofrenda de lealtad.
Y con la problemática estatización del juego on line.
Trátase de una movida que anticipa, según nuestras fuentes, estremecedoras demandas penales. Severos disgustos, acaso en el plano personal, para Aire y Sol.
La estatización conecta con el otro objetivo colosal de Nuestra César. La destrucción de otro Grupo Empresario.
A criterio de Nuestra César, y con sincero pesar de Aire y Sol, Boldt es la empresa ideal para exterminarla. Por dos motivos:
1.- Exponente (considerado) de la casi extinguida «civilización duhaldista».
2.- Vanguardia (considerada) de las desdichas múltiples de Boudou.
Final con réplicas
«La Presidenta no los quiere».
Fue la reflexión, en cierta reunión crispada, del airesolista máximo.
Y el hombre de Boldt, según nuestras fuentes, le replicó:
«Claro, porque a ustedes La Presidenta los adora».
La respuesta tienta a evocar aquella otra respuesta de Hugo Moyano, El Charol. Ocurrió antes de ingresar en la Terapia Intensiva.
Fue en la última reunión con Nuestra César. 2010. Cuando El Charol, y cinco o seis de los «muchachos», fueron hacia Casa de Gobierno para cobrar, al menos, una mínima parte de los 14 mil millones (que aún les deben). Por las «obras sociales».
Sin embargo, en lugar del cheque prometido, Nuestra César se despachó con un extenso sermón. De pronto les dijo:
«Ustedes tienen muy mala prensa».
Entonces El Charol, ya con las paciencias llenas, replicó:
«Mala prensa es la que tenés vos y tu marido».
Queda pendiente la terapia aplicada a Macri. Como dijo Schopenauer.
«Hay tiempo. Esto, como el matrimonio, es largo».
Oberdán Rocamora
para JorgeAsisDigital.com
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