Selectas grabaciones
Cristina tiene mala suerte con los vices.
Artículos Nacionales
escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
Cristina -pobre- suele tener mala suerte con los vices.
Al final, comparativamente lo va a extrañar, como anticipamos, al Cleto Cobos.
Trasciende que Amado Boudou, aquel juguete positivista que le brindaba incierta alegría, de pronto, se le rompió.
En adelante habrá que esforzarse por simular la magnitud del desengaño. Aguantarlo.
Más allá de las virtudes, electoralmente simpáticas, de la guitarrita -detalladamente elogiadas por Jaime Durán Barba, meritorio pensador- Boudou le resultó, a Cristina, según nuestras fuentes, un fiasco tempranamente descomunal. Un desengaño.
Tres Chiflados
El fin de semana, según las Gargantas, ella, decepcionada, debió apretarlo. Muy mal.
El pretexto exterior fueron los errores, desastrosamente compartidos, en la tragedia de equivocaciones que supieron protagonizar.
Los Tres Restrictivos Chiflados movilizaron a la gente decente. Y hasta a los secos menos resignados de la comunidad. Con el objetivo de comprar, o por lo menos para recuperar, dólares. En un trayecto corto, que iba desde la ventanilla (los que tenían suerte), hacia la caja de seguridad. Estación Terminal. O hacia el escondite recóndito de la casa, para desafiar la osadía de los asaltantes.
Dos caballeros y una dama.
Boudou y Echegaray, el Caudillo de la AFIP. Y la señora Mercedes Marcó del Pont, transitoriamente aún en el Banco Central.
Ella pierde, para colmo, entre el desbarajuste, el atributo principal. La naturalidad de la sonrisa. Con alguna idea, Marcó podría ser el mejor producto.
En el desierto, Cristina no tuvo otra alternativa que recurrir a los patrióticos delirios de Morenito.
Es Moreno, después de todo, el funcionario más alucinantemente coherente.
También Moreno se burlaba, con distancias, según nuestras fuentes, de las restricciones, que fueron desprolijamente impuestas por «la novatada».
Crisis a la flatulencia
Se asiste a una crisis a la flatulencia.
Para que se tenga una idea de la magnitud del desorden, para los adictos a la moderación, es Boudou quien emerge como el elemento más confiable del plantel.
«Es un celeste», define un teórico inquieto del oficialismo.
Compara la instrumentación del modelo de los dos mil con el proyecto menos improvisado de los noventa. Cuando existía el contraste de los «rojo punzó».
«Si tenemos que jugarnos por Boudou no hay escapatoria. Estamos perdidos», sostiene, razonablemente, otra Garganta.
Los que se aferran a Boudou, suelen situarse entre los sobrevivientes que quedan del empresariado.
Son los que siguen las gestualidades del influyente De Mendiguren, un Caudillo Popular.
Y también, sobre todo, se registran adhesiones a Boudou entre los banqueros. Es la mejor manera de pluralizarlo a don Jorge Brito. Quien atraviesa una instancia angustiosamente divisoria de preocupación, mientras trasciende que Carballo, el que sabe, se le aleja.
Brito mantiene, aparte, el tormento por otra preocupación. El temor a que se le destape, de pronto, algún viejo protagonismo oculto. Del pasado impresentable en sociedad.
Incontinencia verbal
En cambio, el drama decepcionante de Boudou, pasa más por las chiquilinadas típicas de su incontinencia verbal, que por la versatilidad de sus adicciones. Las insaciablemente recaudatorias.
Incluso Boudou se atrevió a confiarles, según nuestras fuentes, a determinados mini-gobernadores, que aspiraba, sin ir más lejos, a ocupar el lugar del interlocutor. El que se reservaba, para sí, el propio Kirchner.
Trascendió, en principio, que el Misterio Máximo, a Boudou, le había bajado el pulgar. Hoy lo divulga cualquier asalariado de La Cámpora.
La incontinencia verbal de Boudou motivó que lo hicieran protagonista, según nuestras fuentes, de las «selectas grabaciones». Como en las viejas milongas de los barrios.
Cae, el consagrado pasadiscos de Sobremonte, en desgracia. Pero obligatoriamente debe recuperarse.
Pero Boudou no desciende en la consideración por la catástrofe contenida de The Old Fund.
Es el fondo al paso que se armó a la carta, para quedarse con el negocio de Ciccone. Es en lo único visible que Boudou siguió los pasos de Kirchner (ampliaremos).
La declinación de Boudou, en el cristinismo, es bastante más triste.
Se le rompe a Cristina, según nuestras fuentes, por lengua larga.
A propósito, en materia de «selectas grabaciones», El Changuito de 25 de Mayo, y el Paco, el Espía que viene de Abril, ya pueden competir, perfectamente, en la producción, con Musimundo.
Oberdán Rocamora
para JorgeAsisDigital.Com
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