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Garrones al natural

Filmus padre y Rodrigo Lugones. Derivaciones del Escándalo Schoklender-Bonafini. Zanini carga con las equivocaciones de Máximo.

Oberdan Rocamora - 22 de julio 2011

Artículos Nacionales

Garrones al naturalescribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital

Un mes atrás, se instaló la versión que el padre de Daniel Filmus, el Psicobolche Nostálgico, era arquitecto. Se lo vinculaba, al viejo, en las construcciones de los Sueños Compartidos por Schoklender y Bonafini.
Bastó con alguna consulta para constatar que Filmus padre no era arquitecto. A lo sumo, supo entretenerse con el romanticismo del «trabajo social», a través de un equipo de fútbol. Amateur. En las proximidades del Barrio Los Piletones. Donde se prepara, paulatinamente, según nuestras fuentes, el riesgo de una próxima invasión.

Pero hoy Filmus-Tomada («Cristina en La Rosada») creen haber encontrado la fórmula para entrarle a Macri. Es bastante tardía.
El juez Lijo determina el llamativo allanamiento en las oficinas de Durán Barba, El Equeco. Es el ideólogo fundamental del macrismo, que se come el primer garrón al natural. Sin almíbar.
Para el operativo lanzado, Durán Barba es supuesto patrón, o socio, de Rodrigo Lugones.
En sus tarjetas, el joven Lugones, un numerólogo emprendedor, suele presentarse como parte del equipo de comunicación de Durán Barba, el vibrante intelectual ecuatoriano.
Garrones al naturalPara Filmus (y sobre todo para Tomada, El Enternecedor), el Caso Lugones-Durán Barba puede resultar equiparable al pacto militar sindical de Alfonsín, de 1983. Fue el garrón al natural, exactamente amargo, que se comió el peronismo. Resultó sustancial para la elevación de Alfonsín padre, montado en el delirio de inventar el Tercer Movimiento Histórico.
Pero Filmus-Tomada, con sus esperanzas en el Juez Lijo, no tienen, en la mano, nada más que la tontería de un sondeo apócrifo. Al que nadie le hizo caso.
El sondeo, que le atribuyen a Lugones, contiene la pregunta que tomaba, al viejo Filmus, como un colaborador del hombre súbitamente malo. Schoklender.

Federicos

Derivaciones del Escándalo Schoklender-Bonafini, que recién acaba de comenzar.
Van a agravarse, según nuestras fuentes, algunas derivaciones. Sobre todo cuando se avance, acaso después de la feria judicial, en la investigación relativa a las dos muertes, o tal vez tres, que en este tramo de la historia muy poco interesan.
Garrones al naturalRosemari Chuna Puña, boliviana, y Bernardo Salgueiro, paraguayo.
Son los dos muertos en los episodios violentos de la invasión al Parque Indoamericano. Con su respectiva represión, que tanto impresionó a la señora Cristina.
Surgen densas dudas, según nuestras fuentes, acerca de quiénes fueron los autores de los disparos que los mataron. A La Bolita y El Paragua.
Los mártires silenciados, equiparables a Kosteki y Santillán (son los muertos que signaron el epílogo de la gestión Duhalde).
La represión provocó los desplazamientos en materia de seguridad. La precipitada creación del ministerio homónimo, a cargo de la señora Nilda Garré.
Es desde donde se impuso la virtual intervención de la Policía Federal, por parte, para colmo, de la Gendarmería (en el Portal, el Director evalúa iniciar una miniserie al respecto).

«Los Federicos saben, Rocamora, que les hicieron comer, como dice usted, un garrón al natural», confirma la Garganta.
En la jerga, «Federicos» se les dice a los miembros de la Policía Federal.
Ampliaremos. Pronto. Antes de los estampidos.

Adversidades

El kirchnerismo póstumo, en su versión cristinista, atraviesa momentos de adversidad.
Los vaticinios resultan inquietantes. Pese al ejército de comunicadores optimistas de la Televisión Pública. Al rigor de la prensa spolzskiana.
Y a los combatientes desprestigiados, los vanguardistas del Frente Encuestológico de la Victoria.

En las vísperas de las tres derrotas, en sus fuerzas predominan los anticipados pases de factura.
Garrones al naturalSe perfila otra humillación en Santa Fe. Tan indeseable como Filmus, El Chivo Rossi hoy llega tercero cómodo. Transformado en una víctima del avance arrebatador de Miguel Del Sel. Y del plantado de la distancia, oportunamente oral, del desperdiciado Reutemann.
Hasta hace diez días, Del Sel era un problema, tan sólo, para Rossi.
Al cierre del despacho Del Sel pasó a ser un severo problema para Bonfatti, el socialista. En realidad, para el gobernador Binner, que aguarda el triunfo del socialismo en Santa Fe. Con Bonfatti. Para intensificar de una vez por todas su posicionamiento como presidenciable.
Los socialistas tampoco contaban con el crecimiento desmesurado del actor. Un humorista talentoso, buena persona. Infinitamente más atractivo que Juez, el humorista vocacional, aliado de Binner. En Córdoba, donde a Cristina le aguarda la tercera adversidad.

Garrones al naturalAntes, después de Santa Fe, es el turno de la irracionalidad. La segunda vuelta en el Artificio Autónomo de Buenos Aires.
La pólvora utilizada, espectacularmente, contra Durán Barba, dista de conmover a la sociedad porteña.
Con sólo quedarse quieto, sin saltar entre los globos, sin bailar, El Niño Cincuentón, Macri, los volverá a humillar.

Audacias de Máximo

A Cristina, aunque aún no lo aceptan, los kirchneristas le tienen, cada vez, menos confianza.
Ministros principales, del gobierno virtualmente paralizado, la ven apenas para aplaudirla. De pié, en el lucimiento de sus disertaciones. Dos diarias.
La excepción, por supuesto, es Zanini. El López Rega sin magia. Come con ella algún churrasco.
Garrones al naturalPero la influencia que se nota, cuando se encuentra en Buenos Aires, es la del hijo Máximo.
Trasciende, hasta la alarma, la audacia juvenil -de Máximo- para opinar. Y peor aún, según nuestras fuentes, para decidir.
Máximo, el hijo de El Furia, fue -según nuestras fuentes- el verdadero artesano de los penúltimos dislates. Los que se cometieron con la diagramación de las listas.
Al extremo de asegurar que, insultarlo en voz baja a Zanini por las metidas de pata, es (casi) un injusto error. Un acto gratuito.
Como corresponde a un inflamado traficante de influencias, Zanini se comió otro garrón al natural. Ración doble. Está acostumbrado.
Hoy se le factura, a Zanini, aquello que arbitrariamente decidió Máximo.
Finalmente el joven, en el dulce camino de la paternidad, se creyó nomás el propio verso. Que es el líder de La Campora.
Es -La Cámpora- la consagrada Agencia de Colocaciones que mantiene, hasta hoy, para el reparto, mayor voracidad que logros. Que los justifiquen, ante la indiferencia de la historia.

Oberdán Rocamora
para JorgeAsisDigital.Com

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